viernes, mayo 26, 2006

Carta abierta de un miembro de la SIDI.

Estimados apoderados y ex alumnos de la Scuola Italiana.

Después de lo sucedido en la Asamblea de la Societá Italiana d’Istruzzione SIDI, donde una amplia mayoría de socios confirió poder a la directiva para enajenar los bienes de la Societá, pensé que se abriría la posibilidad de un debate amplio donde se informaría de las ideas vertidas, los caminos posibles y de lo que vendría en el mediano y largo plazo.

Increíblemente, nada de ello sucedió y peor, comenzó una serie de debates poco conducentes y descalificadores que sólo han aportado odio y apatía a los que realmente queremos seguir teniendo Scuola para los próximos 50 años.

Soy uno de los que aportó un voto de minoría (de los escasos 8) en dicha asamblea y siento mi deber dar a conocer el fundamento de mi voto de minoría.

Lamentablemente no he podido hacerme de la presentación ni el Estudio que fue discutido en dicha asamblea y por ende sólo me referiré a los datos oficiales de la Asamblea del 28 de Abril de 2005.

Las alternativas para el nuevo emplazamiento de la Scuola fuera de Valparaíso.
La asamblea nos mostró 2 alternativas para emplazar la Scuola fuera de Valparaíso, de las cuales una quedó descartada como alternativa por problemas de uso de suelo y disputas legales que tardarían años en resolverse. De modo que las alternativas efectivas se reducen a sólo una.

i) El plazo:
La venta de la Scuola lleva consigo compromisos. El comprador espera que ésta se retire de sus inmediaciones dentro de un plazo prudente.
Adelanto lo que un proyecto de edificación nos acarrea:
- Negociación y Compra de los terrenos (asumamos por un momento que no se requiere un cambio de uso de suelo).
- Resolver problemas de servidumbres, alcantarillado, empalme eléctrico, agua potable.
- Licitar (llamar a concurso), estudiar las opciones, elegir la opción y adjudicar.
- Desarrollar la ingeniería y el proyecto completo
- Desarrollar las compras
- Definir y adjudicar contratos externos a la edificación.
- Ingresar y obtener los permisos municipales para construir
- Desarrollar un Estudio de suelos del área (todos fuimos testigos del destino del Edificio el Faro por no considerar características propias del suelo en la zona).
- Obtener la geomensura del sector. (Planos topográficos)
- Obtener la aprobación e iniciar la construcción de la obra.
- Alajar y entregarla para su uso.

A la fecha de escribir este documento, no tenía un solo dato que me permitiese indicar que una edificación de las características de la Nueva Scuola Italiana de Concon podía tardar menos de dos años.

ii) El precio:
Para asombro de muchos de los que trabajamos en la industria de la ingeniería y la construcción, la cifra “todo incluido” que se mostró en la asamblea, para desarrollar este proyecto (de 11 UF/m²) dista de toda realidad. Un valor confiable en estos momentos (en que no existe proyecto) puede situarse en los 25 a 27 UF/ m²), pero mejor sería consultar a tantos de nuestros ex alumnos que han desarrollado proyectos similares en la zona.

Si consideramos que con 11 UF/m² la superficie pensada para el nuevo emplazamiento tendría alrededor de 8,000 m², la cifra confiable de 27 UF/ m² nos indica que la superficie que podremos construir en la realidad será de alrededor de 3200 m², 2,5 veces inferior a lo pensado; 2,5 veces menor a lo que tenemos hoy.

La distribución demográfica.
El año pasado, la situación de las familias que tenían a sus hijos en la Scuola indicaban que el 44% residían en Valparaíso, 7% en Curauma, 4,2% en Reñaca/Concon, 20% en la zona central de Viña, 19% en Recreo-Viña y un porcentaje menor en las inmediaciones (Quilpue, Villa Alemana, Limache).
Mirando las alternativas disponibles como polos geográficos de atracción, resulta evidente que Valparaíso – Curauma - Recreo tienen un 70% del universo de familias (porque si bien Recreo pertenece a Viña, la distancia que se recorre desde Recreo a cada polo es considerablemente menor para el caso actual).
Por otro lado, si consideramos la alternativa Concon como viable, el polo geográfico tiene un potencial de atracción del mismo universo de 49%.

Es destacable el hecho de que esta situación no es estática y obedece a una fotografía puntual, lo que no quiere decir que perdure.

El alumnado.
En la cuenta anual del año 2005, el Sr. Rector indicaba que la tasa ideal de estudiantes para la SIV andaba en un valor cercano a los 784 estudiantes. La tasa declarada en esa misma asamblea era de 740.
Se indicaba en la misma cuenta que un porcentaje de estudiantes había venido mermando la matrícula escolar anual a razón de 25 a 30 alumnos por año. (Específicamente 23 alumnos el 2005). Pues bien, la razón de retiro obedecía a rendimiento (34%), situación económica (18%), traslados (27%) u otras (21%). Dentro de la cifra “otras” , un 10% obedecía a la razón “deseo manifiesto de buscar otro colegio”. Que no quepa duda: los que se retiran para buscar otros colegios son un 10% del total de los retiros.

La excelencia académica.
Los resultados informados en la Asamblea del 28 de Abril de 2005 fueron los siguientes:
Promedio lenguaje: 593
Promedio Matemáticas: 583
Un solo alumno obtuvo sobre 800 puntos en lenguaje y 2 alumnos obtuvieron sobre 800 puntos en matemáticas.
De los que egresaron, 51% logró quedar seleccionado en una de las Universidades tradicionales (no privadas). El resto, o no fue seleccionado (32%) o no postuló (16%).
La buena noticia la ponen los ciclos de enseñanza inferiores. En la prueba SIMCE la Scuola obtiene puntajes por sobre el promedio de colegios comparables y ciertamente por sobre los promedios nacionales.

Nuestra Scuola ocupa el lugar 22 dentro de los colegios de la región – comparados en cuanto a rendimiento de PSU (matemáticas y lenguaje).
Colegios con menor infraestructura, de menor nivel socioeconómico como por ejemplo el Rubén Castro, rankean los primeros lugares, mientras que nuestra SIV ocupa el vigésimo segundo lugar.
Este punto es de primera prioridad si queremos evitar la merma en la matrícula: La excelencia académica. Creo que en esto el Sr. Campodónico ha dado un giro interesante a las cifras que venían en franco deterioro y me siento parte y disponible en apoyar lo que sea que tenga relación con ello.

Con todo, la posición que representó mi voto de minoría en la Asamblea de la SIDI tuvo su origen en una argumentación racional y absolutamente técnica.

¡No me cierro a las ideas distintas a las mías; me opongo a las ideas sin fundamento!

Puedo concordar con todos que la delincuencia está matando al sector, que los olores a orines humanos son cada día más intolerables, que la falta de espacio ha jugado en contra de las actividades de nuestros propios hijos y cada uno de los argumentos que se me enrostran. Puedo aceptar que una Scuola con prados verdes, canchas y piscinas es ciertamente mejor que lo que tenemos y entender que existan los que piensan que cambiando el Balilla, el monumento a los caídos y el monumento a los inmigrantes logramos llevarnos la esencia de nuestros orígenes, aunque no esté de acuerdo.
Pero con lo que no puedo estar de acuerdo y por lo cual me siento en un deber discrepar, es ver como se pretende realizar un proyecto de las características que se ha enunciado (que bordearía los US$10M), sin un plan de ejecución, sin un procedimiento, sin un programa, sin un presupuesto y con la agravante de mantener a una comunidad toda, ajena a la discusión y alejada de la información.

Ricardo Ríos Crocco

2 comentarios:

Gianvictor dijo...

Amigos, les envío el texto íntegro de la carta que envié al Mercurio de Valparaíso y que fue publicada parcialmente hoy lunes 29:
Mucho se ha dicho en estos días a propósito del supuesto traslado de la Scuola Italiana de Valparaíso hacia Concón, pero de lo que poco se ha hablado es del gran negocio que existe en torno a los actuales terrenos de la Scuola, que interesan a una gran cadena comercial, y de las platas que involucran. Vaya uno a saber que oscuros incentivos se han ofrecido a quienes actúen como facilitadores o lobbystas de esa operación...
Quienes crecimos en la Scuola, conocemos la vieja ambición de algunos para cambiarla por un club de campo en Viña o Concón. Hoy, ante la oportunidad de desplegar sus fenicios talentos, vemos cómo justifican su actuar con los más insólitos y absurdos argumentos, sosteniendo que la baja en las matrículas se debe al temor que suscita el viaje por la avenida España (sin comentario), o que el actual promedio de asaltos a estudiantes es de tres por mes sin citar fuente alguna de esas cifras.
Seamos claros, la disminución en las matrículas se debe única y exclusivamente a la pérdida de prestigio de un colegio que ha dejado de lado su proyecto educativo, que no obtiene buenos resultados y que hoy es mal administrado por hombres de mala voluntad. Los problemas de la Scuola deben ser abordados seriamente, apelando a lo mejor de ella, a su olvidada tradición de disciplina y excelencia, y no creyendo que se solucionarán con un cambio de barrio, como hacen los nuevos ricos.

Gianvictor Cuneo Nash
Presidente Centro Alunni Scuola Italiana Valparaíso 1990 e 1991

Gianvictor dijo...

Precisamente porque no quiero el día de mañana enviar a mis hijos a un colegio donde aprendan a ser como el primate citado más arriba, es que me opongo fuertemente al traslado. Gracias por ratificarnos una vez más nuestras convicciones con tus bravuconadas "exalumno2005". Tal vez algun día aprendas a firmar tus intervenciones, si es que llegas a tener lo necesario para hacerte cargo de ellas...
Saludos y nos vemos a las 19:00 de hoy.
Gianvictor Salvatore Cuneo Nash
Presidente CASIV 1990 e 1991