El longevo y siempre vivo espíritu de la Canottieri se manifestó una vez más este domingo 2 de marzo.
Siempre con la fuerza, fraternidad, la alegría propia de la italianidad, esta vez no ante un contrincante, sino ofreciendo una esplendida tallarinata, la Società Canottieri di Valparaíso, recibió nuevos socios y bautizó su flamante yola de río que se incorpora a la escuadra, bote que se desarrolló y construyó al interior del club.
Cabe recordar que la mítica imagen de los remeros en la rada de Valparaíso terminaron a raíz del terremoto de 1985 tras la demolición de la “Casa de Botes”, razón por la cual necesariamente los clubes de la asociación porteña migaron a la laguna Sausalito de Viña, para luego de grandes esfuerzos deportivos y diligénciales se lograron constituir en un espléndido lugar a orillas del tranque La Luz en el sector de Curauma. Y, aunque ya no son parte del paisaje urbano, sí, el remo porteño se esta desarrollando en unas suaves aguas que han agitado la competitividad y el éxito nacional e internacional de nuestra cara squadra azzurra.
Lo que está ocurriendo en la Canottieri nos debe llenar de orgullo, Así, sólo nos queda remar o vitorear.
Siempre con la fuerza, fraternidad, la alegría propia de la italianidad, esta vez no ante un contrincante, sino ofreciendo una esplendida tallarinata, la Società Canottieri di Valparaíso, recibió nuevos socios y bautizó su flamante yola de río que se incorpora a la escuadra, bote que se desarrolló y construyó al interior del club.
Cabe recordar que la mítica imagen de los remeros en la rada de Valparaíso terminaron a raíz del terremoto de 1985 tras la demolición de la “Casa de Botes”, razón por la cual necesariamente los clubes de la asociación porteña migaron a la laguna Sausalito de Viña, para luego de grandes esfuerzos deportivos y diligénciales se lograron constituir en un espléndido lugar a orillas del tranque La Luz en el sector de Curauma. Y, aunque ya no son parte del paisaje urbano, sí, el remo porteño se esta desarrollando en unas suaves aguas que han agitado la competitividad y el éxito nacional e internacional de nuestra cara squadra azzurra.
Lo que está ocurriendo en la Canottieri nos debe llenar de orgullo, Así, sólo nos queda remar o vitorear.
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