lunes, mayo 15, 2006

Protesta de Padres, Alumnos y Ex-Alumnos en Desfile...

Padres, alumnos y ex-alumnos realizaron una protesta en la entrada de la Scuola el domingo 14 de Mayo día del desfile a las Glorias Navales.

4 comentarios:

SALVA LA SCVOLA dijo...

Viña del Mar, 15 de mayo de 2006

A los amigos de la Scuola:

He observado con beneplácito el surgimiento, en el seno de la comunidad escolar, de opiniones antagónicas en relación con el traslado de la Scuola a una nueva ubicación, pues considero que toda decisión de esa envergadura debe tomarse a la luz de una discusión amplia, que dé cabida a los más diversos puntos de vista. En ese espíritu, quisiera contribuir a la reflexión con algunas apreciaciones, algunas de ellas quizás ya expresadas por otras personas, pero que es necesario refrendar en aras de una argumentación completa y coherente.

En primer lugar, aprecio la intención de quienes se dieron el trabajo de poner en marcha un blog, ofreciendo así un espacio de opinión y participación. Sin embargo, estimo que el formato se presta para la publicación de comentarios anónimos que desvirtúan el espíritu democrático y participativo. He podido apreciar, por ejemplo, que la agresividad y los ataques personales han ido en aumento. Bienvenido sea el derecho a expresar opiniones, siempre que vaya acompañado de la responsabilidad concomitante a toda libertad. Comprendo que, en ocasiones, la expresión abierta de opiniones comporte riesgos, pero no creo que sea el caso de los apoderados de la Scuola (por lo menos, no aún). En consecuencia, quisiera solicitar a las personas responsables del blog que exijan identificación a los autores.

Con respecto al tema de fondo, estimo que la mayoría de las opiniones disidentes se fundamentan en dos clases de argumentos: desventajas prácticas y pérdida de identidad. No me referiré a los primeros, que, aunque atendibles, nos conducirían a un debate interminable e infructífero donde cada parte esgrimiría estadísticas, gráficos, mapas y antecedentes de su conveniencia. Concentrándome en los argumentos que apelan a la identidad y la tradición, podría enumerarlos esquemáticamente como sigue:

la Scuola es fruto del esfuerzo de la comunidad italiana deValparaíso;
los fundadores eligieron esta ciudad como emplazamiento;
la historia de la Scuola se inscribe en la historia de Valparaíso;
el edificio de la Scuola es parte fundamental de su identidad;
la ubicación actual permite a los alumnos adquirir un conocimiento real de la sociedad en que viven;
la ubicación actual facilita una mayor diversidad en el alumnado, permitiendo la interacción de familias pertenecientes a distintas categorías socioeconómicas;
trasladar la Scuola sería una traición al espíritu de sus fundadores, a los principios inspiradores de la institución, a la ciudad que la ha acogido durante décadas.
Soy de los que sentirán una gran desazón cuando la Scuola ya no esté, pero la emotividad no es la base más adecuada para fundamentar una argumentación. En gran parte, los argumentos señalados no se sustentan en un análisis objetivo ni de la realidad actual ni de la historia. Comenzando con la fundación de la Scuola, es indiscutible que surgió del esfuerzo de la comunidad italiana residente en Valparaíso; y no podìa ser de otro modo, toda vez que en ese entonces Viña del Mar era poco más que un barrio residencial, y Valparaíso el centro de la actividad comercial, industrial y financiera. En consecuencia, la fundación de la Scuola en Valparaíso obedece a un accidente histórico que ya no refleja la realidad de la zona. Nadie puede negar la creciente importancia de Viña del Mar, en desmedro de Valparaíso. Es igualmente indiscutible que el emplazamiento de la Scuola entrelaza indisolublemente su devenir con la historia de la ciudad, y precisamente de ello surgen muchas de la dificultades que la aquejan: no podemos negar que la calidad de la vida en Valparaíso se ha desmejorado, que el riesgo de ser víctimas de un delito ha aumentado, que la suciedad se acumula en las calles, que el tránsito vehicular constituye una amenaza para la integridad física, que el tradicional comercio porteño ha sido engullido por ávidas corporaciones, que la otrora amable ciudad se ha convertido en una selva maloliente y amenazadora. En suma, Valparaíso no es ni la sombra de lo que fue. ¿Es razonable, es responsable en esas circunstancias insistir en mantener un establecimiento educacional en un entorno que no ofrece las condiciones mínimas para salvaguardar la integridad física de nuestros alumnos? Seguramente muchos de nosotros aún amamos este puerto que amarra como el hambre, pero es un amor no correspondido: ¿qué hace Valparaíso por la Scuola? ¿Qué protección recibió de las autoridades cuando hace un par de años el edificio fue criminalmente apedreado durante una protesta? ¿Qué controles se ejercen sobre los buses y taxis colectivos que cruzan la Av. Pedro Montt a velocidades insensatas? ¿Quién protege a nuestros hijos de lanzas, escaperos, monreros, borrachos y maleantes varios? Leí en el blog un comentario que señalaba el contacto con “borrachitos” como una ventaja de la ubicación de la Scuola. Lamento discrepar; no considero que todo aspecto execrable de nuestra sociedad merezca ser conocido de primera mano.

Por otra parte, debemos enfrentar una verdad irrefutable: la Scuola nunca ha sido parte de Valparaíso. Como cualquier establecimiento particular, no puede evitar ser elitista, ni puede sustraerse a la animosidad y el resentimiento que despierta entre los sectores menos privilegiados, que constituyen la mayor parte de la población. Algunos objetarán que muchas familias hacen grandes esfuerzos para mantener a sus hijos en la Scuola, que no todas son familias pudientes. Efectivamente: pero es evidente que innumerables familias de Valparaíso jamás podrían inscribir a sus hijos en la Scuola, ni aun con sus mejores esfuerzos. En consecuencia, la Scuola ha sido siempre y seguirá siendo un privilegio para quienes, con mayor o menor esfuerzo, pueden pagarla. No quisiera que se entendieran mis palabras como una condena: es simplemente una constatación. La Scuola no puede sobrevivir sin el pago de las colegiaturas, y es por ello inevitablemente elitista. En consecuencia, no pretendamos que la ciudad en su conjunto la aprecie ni la proteja. ¿Qué servicio ofrece la Scuola a la ciudad? ¿Qué obtiene el habitante común de Valparaíso de la presencia de la Scuola? ¿Qué interés puede tener un porteño medio en una institución que se propone difundir la cultura italiana? ¿Qué importancia puede tener la cultura italiana, no ya para Valparaíso, sino para Chile? Recordemos que, para su vergüenza, este país no ofrece carreras de nivel universitario en lengua y cultura italianas.

Con respecto a la importancia del edificio en la conformación de la identidad, ¿quién podría negarla? Pero debemos considerar el contexto. Es una lástima que se pierda un edificio de tanto valor sentimental y tan característico de Valparaíso, pero no será el primero ni habrá de ser el último. Todos sabemos cuánto interés tienen las autoridades en conservar el patrimonio arquitectónico de la ciudad: baste considerar el insulto estético proferido por el edificio del Congreso, la “ratonera” que yace tan abandonada a su suerte como los cadàveres de las ratas que alberga, la construcción de un supermercado a un costado de la iglesia La Matriz, el nuevo supermercado en la Av. Argentina. Pronto Valparaíso serà irreconocible, carcomido por la viruela de la codicia; a fin de cuentas, la demolición del edificio podría casi entenderse como un acto de piedad: la eutanasia de lo que fuera pero no será.

Por todo lo dicho, la desaparición de la Scuola es inevitable, siendo como es la consecuencia obligada de lógicas de mercado que, potenciadas por la indolencia y la irresponsabilidad de las autoridades, sobrepasan nuestra capacidad de actuar. Lo importante ahora es el futuro. ¿Qué habrá en su reemplazo? Claramente, no será la Scuola. ¿Podrà al menos ser una scuola? Lamentablemente, las razones para ser optimistas escasean. Y no porque la nueva scuola deba surgir en otro lugar, sino por motivos mucho más profundos.

La Scuola no está en crisis: está agonizando. Y no ahora, sino desde hace varios años. La agonía de la Scuola comenzó con la injerencia de la SIDI (no la actual) en asuntos académicos que hasta entonces habían sido prerrogativa del Director. Comenzó con la paulatina incorporación de una estructura administrativa propia del mundo empresarial, donde el Director juega el papel del gerente general y la SIDI la del directorio. En la práctica, esta estructura significó una reducción de la libertad de acción y de la autoridad del Director, allanando el camino para la introducción de nuevas fuerzas en los juegos de poder.

El camino se vio facilitado también por la naturaleza de los estatutos de la SIDI. Habiendo nacido ésta como una corporación solidaria entre caballeros, la letra y el espíritu de sus estatutos mal se avienen con el antagonismo y la ambición que caracterizan a los nuevos tiempos. Era previsible que tarde o temprano las reglas del juego serían torcidas en beneficio de los intereses de un grupo. Y así ocurrió. La actual SIDI está integrada mayoritariamente por personas de ideología afín (¿es necesario acaso señalar cuál es esa ideología?), cuyo propósito es limpiar la Scuola de elementos indeseables: es decir, quienes no piensen como ellos, no frecuenten los mismos locales que ellos, no sean miembros de los mismos clubes que ellos, no ganen tanto como ellos, y especialmente quienes no tengan un apellido italiano. Para estas personas, ser descendiente de italianos es una especie de medalla que los distingue como seres humanos de mejor calidad. La lógica excluyente se ha reflejado en despidos, en la incorporación a la SIDI de familiares y amigos sin otros méritos, en el rechazo injustificado a la postulación de quienes sí los tienen (me refiero a Aldina Colombo), en la censura a actividades académicas que no concuerden con su particular visión del mundo. Además, es claro que sus objetivos no pueden concordar con lo establecido en los estatutos: ¿cómo podrían comprometerse a promover la lengua y la cultura italianas, si desconocen totalmente la lengua italiana y el significado de la palabra cultura? ¿Cómo podría una SIDI empeñada en la difusión de la lengua y cultura italianas negarle la incorporación a Aldina Colombo, su más ardiente adalid?

En suma, la Scuola está en manos de personas ética y académicamente incapacitadas para desempeñar sus cargos. He allí el problema fundamental que aqueja a la Scuola, y el traslado o no traslado es irrelevante. La Scuola no sobrevivirá simplemente porque no supo sobrevivir. Quienes debieron darse cuenta de lo que estaba ocurriendo, no supieron, o no quisieron. No supieron o no quisieron ver cómo la lógica ignominiosa del mercado impregnaba el espíritu de la Scuola, extinguiendo la llama de los ideales que le dieron vida. No reaccionaron cuando comenzaron los despidos arbitrarios, las negociaciones colectivas marcadas por la mala fe y el engaño premeditado, las increíbles torpezas que llevaron a tener cuatro directores en rápida sucesión, el deterioro del ambiente laboral, los insultantes formularios solicitados para inscribir a nuestros hijos. Ahora muchos apoderados manifiestan su desacuerdo con el traslado, porque les significará trastornos en su horario o mayores gastos. ¿Dònde estaban esos apoderados protestando cuando comenzó la caída inexorable de la Scuola? ¿Dònde estaban cuando comenzó la seguidilla de despidos? ¿Dónde estaban cuando la SIDI contrató como subdirector a un personaje cuya ineptitud rayaba en la caricatura? Me vienen a la mente las palabras de Brecht: “Ahora vienen por mí, pero ya es tarde”.

A todos nos cabe responsabilidad en el desmoronamiento de la Scuola: a los profesores, que quisimos obcecada y estúpidamente creer en la buena voluntad y la caballerosidad de la SIDI; al Centro de Padres, obsequiosamente servil a la SIDI, en detrimento de los intereses de la mayoría de sus representados; al Centro de Alumnos, preocupado más de organizar fiestas y actividades recreativas que de salvaguardar su crecimiento personal y el entorno que lo hace posible; a los apoderados en general, que ven la Scuola como una máquina que engulle párvulos y vomita postulantes a la universidad, y se mantienen al margen del proceso; a la comunidad italiana, que vio impasible cómo las filas de la SIDI se engrosaban con ilustres desconocidos cuyo aporte a la difusión de la italianidad o a la consolidación académica de la Scuola brillaba por su inexistencia,

El futuro de la Scuola está meridianamente claro: se convertirá en un club donde los miembros de la SIDI y sus amigos dispondrán de piscina, coffee house, gimnasio, canchas deportivas, solarium y demás amenities que, para este tipo de personas, constituyen la cima de la realización personal y la raison d’être de su existencia. Además, sus hijos estarán bien cuidados, a cargo de un team de expertos en training (antes conocidos como profesores) cuya labor será extremadamente sencilla: al fin y al cabo, lo que importa en este mundo es aprender a sumar.

Así se pondrá fin a la larga y penosa agonía de la Scuola, y de sus cenizas surgirá una abominación. Que cada uno reflexione acerca de la responsabilidad que le cupo en su muerte, ore por el eterno descanso de su alma y siga adelante con su vida como mejor pueda.

Auguri.
Pierino Forno

Anton dijo...

La PSU como toda evaluación es un indicador, pero no mide la calidad de personas que la rinden, porque eso es lo que se busca y lo que diferencia a un colegio bueno academicamente de otro colegio bueno, aquello que denominan el "perfil". Para eso tenemos EDUCADORES, que son quienes orientan a los niños en la fase mas permeable de su vida, y no los administradores, quienes pudiendo saber mucho de administración, son neófitos en los temas que intentan abarcar con sus decisiones. Si sólo se tratara de obtener buenos puntajes, se podria ser selectivo, pero a mi modo de ver no sólo se aprenden cosas académicas, sino que también se aprenden cosas fundamentales como por ejemplo tener los valores y principios muy claros. Mientras estos últimos perdures la parte académica es susceptible a mejoras, pero no hay que dejarlo de lado por ningún motivo. Un buen colegio no sólo es aquel que tiene buenos resultados academicos sino que tiene que involucrar cosas trascendentales que perdurarán de por vida, mientras que muchas de aquellas cosas que fueron importantes en un tiempo dejarán de serlo en otro, para otorgar valor a las personas no solo por lo que saben, sino por lo que son. Volviendo al tema inicial me parece válido pero muy débil el argumento de la PSU, y para contraargumentarlo me basta con decir que hay colegios con infrestructura inferior a la de nuestra Scuola, y aún así sus alumnos obtienen buenos puntajes en dicha prueba, lo que en conclusión no nos indica ninguna relación.
Me parece rescatable mencionar que la variación positiva en los puntajes en la PSU indican que las cosas se están haciendo bien en lo académico, aunque insisto que los numeros no siempre nos ayudan a tener un fiel reflejo de la realidad, como podría ser este caso por las razones antes expuestas. Tristemente encuentro el comentario de don Pierino absolutamente cierto, y me gustaria que aquellos administradores que poco saben de educar, tuvieran la amplitud de mente para no considerar el cambio del colegio y menos aún con la justificación de lo que esperan obtener, añadiendo también que el colegio intentaría hacerce espacio en un sector donde no ha pertenecido y no se siente ligado, donde no tendría tradición y principalmente demostraría que los propios administradores son desconsiderados, traidores, con la mayoria de su alumnado, aquellos que SON el colegio y mas encima lo pagan, ya que la mayoria de ellos vive en Valparaiso o Viña del Mar y se vería afectado. Creo que estos alumnos a costa de aquello que se tranza y a aquellos valores de los que se predica pero no se practica, consideraría la alternativa de cambiarse de colegio.
Me gustaría que la SIDI como otrora hiciese, limitara sus acciones al campo de la administración, y deje el campo eduacional en manos de aquellos que sí saben del tema, y donde puedan insertarse todos los profesores e involucrados para dar su opinion al respecto. Para finalizar me gustaría decir que un traslado sería una traición de parte de la SIDI o administradores a todos aquellos apoderados que sabiendo las condiciones iniciales, como por ejemplo su ubicación o sus profesores, depositaron su confianza en nuestra Scuola y que por una decision arbitraria que beneficia a muy pocos verán afectado su modo de vida, directa o indirectamente.

Unknown dijo...

Comunicado del Consiglio della Comunita Italiana Della Quinta Regiome.

Queridos miembros y amigos de la Comunidad Italiana de la Quinta Región:

Estamos viviendo un momento muy particular por la situación de nuestra querida Scuola Italiana, promotora constante de la cultura italiana y forjadora de muchas generaciones.
Ante los eventos por todos conocidos, lejos de entrar en el debate suscitado, como Consiglio della Comunitá Italiana della Quinta Regione deseamos ir al fondo de lo que como comunidad nos está afectando, de manera de evitar que estas situaciones se sigan repitiendo en el futuro.

Con alegría hemos observado cómo en forma entusiasta y con gran interés se ha manifestado en forma pública el sentimiento de italianidad, el recuerdo de las tradiciones de nuestros antepasados y un profundo sentimiento por mantener las tradiciones de nuestra colectividad por parte de un gran número de personas de las más diversas edades.

Esto nos motiva a hacer un llamado público y abierto a toda la comunidad para que en forma activa, tanto jóvenes como adultos, participen en la mantención del legado de nuestros antepasados y en la transmisión de éste a las futuras generaciones asociándose a las diversas instituciones de la Colectividad Italiana en la Quinta Región.

Cada una de nuestras Instituciones es parte del patrimonio que nos legaron con orgullo nuestros antepasados, que las levantaron a pulso, por amor a las raíces y como retribución a esta tierra que los recibió de brazos abiertos. Instituciones que se forjaron y se mantienen con esfuerzo para poder cumplir sus diversos objetivos. Cada una de ellas necesita de la incorporación de nuevas personas que estén dispuestas a contribuir en su desarrollo.

En el ámbito de la asistencia social contamos con Societá Italiana di Beneficenza, Parrocchia Italiana San Giovanni Bosco y Sesta Compagnia Pompieri Cristoforo Colombo.

En el ámbito de la difusión de la cultura italiana, contamos con Scuola Italiana Arturo dell’Oro, Societá Italiana D’Istruzione, Societá Dante Alighieri, Circolo Professionisti di Origine Italiana.

En el ámbito deportivo y esparcimiento, contamos con, Stadio Italiano Valparaíso, Societá Sportiva Italiana, Societá Cannottieri Italiana, Circolo Italiano Villa Alemana, Circolo Italiano de Los Andes, Casa D’Italia Viña del Mar, Club Social Italo-Chileno de Limache, Casa Degli Italiani Quillota.

En el ámbito de organizaciones regionales, contamos con Associazione Regionale Liguria, Associazione Regionale Emiliano Romagnola, Associazione Regione Puglia Viña del Mar-Cile.

Estamos convencidos que la mejor forma de canalizar nuestro sentimiento de italianidad es a través de las instituciones que forman nuestra colectividad, es por ello que reiteramos el llamado a aprovechar la energía, el interés y el cariño demostrados en estos días por la Scuola, para interesarnos, colaborar y comprometernos con una o más de estas instituciones, antes de que sea demasiado tarde y las vayamos perdiendo una a una.

Desde ya, los invitamos a tomar contacto con alguno de nuestros directores, quienes los podrán orientar si desean formar parte de alguna de nuestras instituciones. (Sandro Bacigalupo, comercial@mting.cl; Paolo Mazza, pmazza@uai.cl; Pía Mastrantonio, piusmastra@hotmail.com; Alda Gandolfo, aldagandolfo@yahoo.com , Brunella Moggia, brumoggia@gmail.com)

Además queremos invitarlos a mantenerse informados sobre todas las actividades de nuestras instituciones, a través de nuestro boletín electrónico “Belvedere”, el cual encontrarán en la dirección:

http://consigliovalparaiso.blogspot.com

Se despide afectuosamente:



Consiglio Della Comunitá Italiana Quinta Regione.

artistafracasado dijo...

estimados les informo
que estamos exhibiendo un trabajo fotografico sobre la scuola Italiana realizado por una antigua alumna en la pagina www.fotogamia.cl
les pedimos que la divulgen porque es un sensitivo trabajo