jueves, mayo 11, 2006

Salva la Scuola Italiana de Valparaíso


Este Blog ha sido creado para que todos puedan opinar acerca del traslado de la Scuola Italiana de Valparaíso y como este va a afectar a sus alumnos y apoderados.

53 comentarios:

Anónimo dijo...

Señor Director :

Nosotros como Padres buscamos un lugar que albergue con cariño y dedicación a nuestros hijos. Escogemos aquel lugar que se hará cargo de ellos en su etapa escolar, con tanta dedicación pues sabemos que es su segunda casa. Cada uno de esos Padres le confía a un Colegio el cuidado y educación de sus hijos. Que tan triste puede ser sentirse engañado? . Un colegio que nos pidió que confiáramos en ellos, que le entregáramos nuestros hijos, hoy sin más nos "obliga" a tener que decidir que hacemos con ellos, hoy nos deja a nuestra suerte.
La Scuola Italiana de Valparaíso ha decidido abandonar nuestra amada ciudad
Es cierto que se debe progresar, pero se deben evaluar sus consecuencias, como formadores debemos preocupamos del impacto que tendrá en la comunidad, en sus alumnos, en sus apoderados? Personalmente me siento decepcionada de como se ha manejado este cambio, sin preguntar ni siquiera a uno de nosotros, que sentíamos, opinábamos o queríamos, El colegio se dirigió a nosotros, sobre hechos consumados y más aún sin informarnos donde ? Que hacemos ? Podré trasladar a mi hijo donde ellos vayan? . Debo buscar matrícula a mis hijos ?.
A través de esta carta expreso mi desilusión con respecto a los directivos del Colegio, quienes no pensaron ni un minuto en su alumnado ni en sus apoderados. No les perdonaré el hecho de ver sufrir a mis hijos, por pensar en que se van a tener que separar de muchos de sus queridos compañeros.
Invito a todos aquellos Padres que sientan así que se unan a nosotros al menos para mostrar su descontento, a publicar su malestaren http://salva-la-scuola.blogspot.com/ o enviando un correo electrónico a salva.la.scuola@gmail.com
Ninguna lucha se puede ganar sin al menos dar la Pelea y la daremos hasta que nos quede algún recurso. Los esperamos..

Anónimo dijo...

"Oye, te das cuenta que en la scuola, nos hacen hitos para hablar de la tolerancia, nos piden que seamos unidos y ellos ahora se van a llevar la escuela sabiendo que muchos se van a tener que ir y nos vamos a tener que separar...", ésta fue solo una parte de la conversación que mi hijo y su mejor amigo tuvieron cuando los fui a buscar al colegio, mis ojos se llenaron de lágrimas y recién ahí me di cuenta del fuerte impacto que esto está causando en sus corazones, su dolor por tener que dejar la scuola que tanto aman y la desesperación de separarse de sus amigos con quienes han compartido ya seis o siete años de su vida, que injusto me parece.
Cuando fui hace siete años a dar la prueba en la Scuola, me pintaron una Scuola Italiana que fomenta valores de respeto hacia los demás, de verdad y solidaridad, una Scuola que tendría todos los atributos para darle a mi hijo la mejor de las formaciones, ¿qué pasó?, ¿cómo de un momento a otro ya nada de lo que hay sirve, nada de lo que me ofrecieron es apto?. Lo que un día promovían para captarnos como clientes (así lo entiendo hoy), hoy ya no sirve.
Me costó tomar la decisión , sin embargo, con todo el amor y confianza del mundo les entregué a mi hijo y que pasa ahora, él ni nosotros fuimos considerados para una decisión que cambiaría la vida de nuestra familia, ¿qué costaba preguntarnos que nos acomodaría, creo que hubiese sido una importante muestra de lealtad hacia personas que escogimos la scuola italiana para ser parte de nuestra familia. Dónde está la promoción de la verdad?, dónde estan los canales de comunicación?, por qué no ha habido nadie capaz de darnos información concreta y verdadera sobre el destino de la Scuola?. No quiero pensar que están esperando el último momento para que no podamos tomar decisiones y tengamos que pagar otro año más en un colegio que nos engañó y nos pasó a llevar.
Todos queremos que la Scuola cresca, pero pudo haber sido un trabajo en conjunto para que la escuela sea de todos como un día nos fue planteado, me duele y me indigna, ver a mi hijo y sus amigos sufrir por la decisión de un grupo que no fue capáz ni por un minuto de ponerse las manos en el corazón y pensar en las personas que han puesto todo su esfuerzo para que la Scuola funcione cada día.

Creo que las palabras “Profunda desilusión”, son las que reflejan todos los sentimientos de quienes fuimos afectados por esta decisión. La relación con los directivos de la Scuola fue quebrantada, los principios fundamentales pasados a llevar, los derechos vulnerados… ¿cómo se podrá reparar una confianza que prácticamente ya no existe?, espero en Dios que nuestra lucha tenga frutos, que podamos hacer crecer la Scuola Italiana de Valparaíso, sin tener la necesidad de sacrificar a las familias que confiamos en su proyecto, si no es así espero que les vaya bien, no por los directivos actuales sino por aquellas personas que con todo su esfuerzo y con la ilusión de una mejor vida , fueron acogidas por nuestro querido puerto, cuando dejaban su país y escapaban de un cruenta guerra que podía significarles la muerte, en ese momento Valparaíso les abrió los brazos ¿por qué ahora la Scuola tendría que cerrarlos a él?...

Familia Siclari Cárdenas

Anónimo dijo...

Amigos:
Los felicitamos por la iniciativa de organizar este espacio electrónico para favorecer la causa de la Scuola Italiana de Valparaíso en Valparaíso. Me parece, por cierto, que su traslado a Bosque de Montemar es una ofensa a Valparaíso y a la memoria de de sus fundadores. Pero más relevante es la ofensa que se está haciendo:
- A las familias que vivimos en el eje Valparaíso-Viña del Mar que nos obligan a someter a nuestros hijos a más de 40 kms. diarios de autopistas y caminos. En efecto, el traslado es de Valparaíso a Concón pasando por Viña del Mar. En el caso del St. Margaret's, la Alianza Francesa o el Colegio Alemán la separación fue de solo UNA CIUDAD (Valparaíso-Viña del Mar o Viña del Mar-Concón).
- A las familias que hacen grandes esfuerzos en pagar las mensualida-des y que deberán pagar un incremento económico de un nuevo colegio con toda la infraestrctura que se está prometiendo. No nos convencemos que no exista algún tipo de incremento en los costos de estudiar en la nueva Scuola, aunque sea sólo la liebre escolar o el agua de los jardines o a piscina. ¿Las condiciones socio-económicas de nuestras familias son equivalentes a las del Colegio Alemán, la Alianza francesa o el St. Margaret's? No nos parece.

Pablo Andueza
Emilia Sansone

Anónimo dijo...

EFECTIVAMENTE ESTA SEMANA NOS HEMOS ENTERADO DE ESTE RUMOR QUE LAMENTABLEMENTE DE CONCRETÓ CON UN ANUNCIO OFICIAL.



CREO QUE LOS ARGUMENTOS DADOS POR LA SCUOLA SON VÁLIDOS, SOLO QUE ES PARTE DE UN DIAGNÓTICO INSTITUCIONAL DEL CUAL NO FUIMOS PARTE, PUES NO CREO QUE SE HAYAN APLICADO INSTRUMENTOS A ALUMNOS, EX ALUMNOS, APODERADOS, PROFESORES, EN FIN A LA COMUNIDAD ESCOLAR PARA –A PARTIR DE UN DIAGNÓSTICO- BUSCAR ALTERNATIVAS O SOLUCIONES.



DA LA IMPRESIÓN QUE EL MAYOR PROBLEMA ES EL NÚMERO DE ALUMNOS QUE HA IDO EN DISMINUCIÓN PAULATINA, (ES LA PRIMERA CONSIDERACIÓN QUE SE HACE EN LA CARTA) PERO SERÁ SOLO POR EL LOCAL Y LA UBICACIÓNDE ESTE? NO HABRÁN OTRAS MÚLTIPLES RAZONES Y DE MUY VARIADO TIPO? EDUCACIONALES, FORMATIVAS, DISCIPLINARIAS?



ME PARECE QUE NOS SENTIMOS NO TOMADOS EN CUENTA, SIENDO LOS PRINCIPALES ACTORES DE ESTE PROCESO.



SERÁ QUE NOS CONSIDERAN COMO UN PÚBLICO CAUTIVO?



NO PIENSAN QUE IGUAL NOS PODEMOS IR A OTRO COLEGIO DISTINTO A LA SCUOLA?



NO HAN PENSADO EN LOS ALUMNOS ACTUALES Y EN LO QUE SIGNIFICA PARA ELLOS DEJAR SU “QUERIDA” SCUOLA?



CREO QUE TODO LO ANTERIOR DEBIÓ SER PARTE DE UN DEBATE, MÁS AÚN CONSIDERANDO NUESTRA CALIDAD DE “SOCIOS” EN EL SENTIDO FINANCIERO. NUESTRO APORTE DE CAPITAL NO ES MENOR.



ATENTAMENTE



JORGE CABEZAS ARCOS

Anónimo dijo...

¿QUIEN SE HA LLEVADO MI QUESO?
INTRODUCCIÓN
¿Quién se ha llevado mi Queso? Es un cuento sobre el cambio que tiene
lugar en un laberinto donde cuatro divertidos personajes buscan “queso”.
El queso es una metáfora de lo que uno quiere tener en la vida, ya sea un
trabajo, una relación amorosa, dinero, una gran casa, libertad, salud,
reconocimiento, paz interior o incluso una actividad como correr o jugar golf.
Cada uno de nosotros tiene su propia idea de lo que es el queso, y va tras
él porque cree que le hace feliz. Si lo consigue, casi siempre se encariña
con él. Y si lo pierde o se lo quitan, la experiencia suele resultar traumática.
El en cuento, el “laberinto” representa el lugar donde pasas el tiempo en
busca de lo que deseas. Puede ser la organización en la que trabajas, la
comunidad en don de vives o las relaciones que mantienes en tu vida.
Uno de los ejemplos reales de cómo ha servido este cuento en la vida real
es el de Charlie Jones, el respetado locutor de la cadena NBC, quien confesó
que escuchar el cuento ¿Quién se ha llevado mi Queso? salvó su carrera.
Lo que ocurrió fue lo siguiente: Charlie se había esforzado mucho y hecho
un buen trabajo retransmitiendo las pruebas de atletismo de unos Juegos
Olímpicos. Por eso, cuando su jefe le dijo que había sido apartado de esa
actividad deportiva y que en los siguientes Juegos tendría que encargarse
de las retransmisiones de natación y saltos, se quedó muy sorprendido y
se enfadó.
Como no conocía tan bien esos deportes, se sintió frustrado. El hecho de que
no le reconocieran que había realizado una buena labor lo irritaba. Le parecía
injusto, y la ira empezó a afectar todo lo que hacía.
Entonces le contaron el cuento ¿Quién se ha llevado mi Queso?.
Después de oírlo, se rió de sí mismo y cambió de actitud. Advirtió que lo único
que había ocurrido era que su jefe (o su cliente, o el mercado) “le había movido
el queso”, y se adaptó. Aprendió sobre esos dos nuevos deportes y, en el
proceso, descubrió que hacer algo nuevo lo rejuvenecía.
Su jefe no tardó en reconocer su actitud y energía nuevas y en aumentar sus
retribuciones. Disfrutó de más éxito que nunca y se hizo una excelente
reputación como comentarista.
Como toda empresa que aspire no solo a sobrevivir, sino a ser competitiva,
tu empresa debe estar cambiando constantemente. Nos mueven el “queso”
sin parar. Mientras que en el pasado queríamos empleados leales, hoy
necesitamos personas flexibles que no sean posesivas con “la manera de
hacer las cosas aquí”.
Y como todos sabemos, vivir en una permanente catarata de cambios suele
ser estresante, a menos que las personas que tengan una manera de ver el
cambio que las ayude a comprenderlo. Y aquí es precisamente donde entra
en acción el cuento del “queso”.
En cualquier caso, espero que cada vez que releas ¿Quién se ha llevado mi
Queso? Encuentres algo nuevo y útil en el cuento, tal como me ocurrió a mí,
y que esto te ayude a afrontar el cambio y a tener éxito, sea lo que sea el
éxito para ti.
Con mis mejores deseos, espero que disfrutes con lo que encuentres. Ah, y
recuerda: Muévete cuando se mueva el queso.

LA REUNIÓN, CHICAGO
En Chicago, un soleado domingo, hombres y mujeres que habían ido juntos
a almorzar tras haber asistido a un acto oficial en el centro la noche anterior.
Querían saber más cosas de la vida de sus ex compañeros de clase. Después
de muchas bromas y una gran comida, entablaron una interesante reunión.
Angela, que había sido una de las personas más populares de la clase dijo:
- La vida ha seguido una trayectoria muy distinta de lo que yo pensaba cuando
íbamos al instituto. Han cambiado muchas cosas.
- Es Cierto – convino Nathan.
Los demás sabían que Nathan había continuado con el negocio familiar, que
funcionaba como siempre, y que desde que ellos recordaban estaba integrado
en la comunidad. Por eso los sorprendió verlo preocupado.
- Pero ¿habéis notado que cuando las cosas cambian nosotros no queremos
cambiar? – prosiguió.
- Creo que nos resistimos al cambio porque cambiar nos da ,miedo - apuntó
Carlos.
Tú eras el capitán del equipo de fútbol, Carlos – dijo Jessica -. Nunca hubiera
pensado que algún día llegarías a hablar de miedo.
Todos rieron al advertir que, aunque habían tomado direcciones distintas (desde
amas de casa hasta ejecutivos de empresas), habían experimentado sensaciones
similares.
Cada uno de ellos intentaba afrontar los cambios inesperados que se estaban
produciendo en su vida en los últimos años. Y casi todos los asistentes admitieron
que no habían encontrado una buena manera de hacerlo.
-A mí también me daban miedo los cambios – intervino Michael -. Cuando se
produjo un gran cambio en nuestra empresa, no supimos qué hacer. Seguimos
actuando como siempre y casi lo perdimos todo. Pero entonces me contaron un
cuento que lo cambió todo.
-¿En serio? – preguntó Nathan.
-Sí, el cuento alteró la manera en que yo miraba los cambios, y a partir de ese
momento las cosas mejoraron rápidamente....En mi trabajo y en mi vida.
“Entonces divulgué el cuento entre algunas personas de mi empresa, que hicieron
lo propio con otras ajenas a ella, y enseguida las cosas empezaron a funcionar
mucho mejor porque todos nos adaptamos mejor al cambio. Y muchos dicen lo
mismo que yo: que los ha ayudado en la vida privada.
-¿De qué trata el cuento? – preguntó Ángela.
- Se llama ¿Quién se ha llevado mi Queso?.
Todos se echaron a reír.
- Me gustaría oírlo – dijo Carlos - ¿Por qué no nos lo cuentas ahora?.
- Desde luego – respondió Michael – Será un placer para mí....No es demasiado
largo.
Y Michael empezó a contar el cuento.


EL CUENTO
Érase una vez un país muy lejano en el que vivían cuatro personajes. Todos
corrían por un laberinto en busca del queso con el que se alimentaban y que
los hacía felices.
Dos de ellos eran ratones, y se llamaban Oliendo y Corriendo (Oli y Corri para
sus amigos); los otros dos eran pesonistas, seres del tamaño de los ratones, pero que tenían un aspecto y una manera de actuar muy parecidos a los de los humanos actuales. Sus nombres eran Kif y Kof.
Debido a su pequeño tamaño, resultaba difícil ver qué estaban haciendo, pero si
mirabas de cerca descubrías cosas asombrosas.
Tanto los ratones como las personitas se pasaban el día en el laberinto
buscando su queso favorito.
Oli y Corri, los ratones, aunque solo poseían cerebro de roedores, tenían muy
buen instinto y buscaban el queso seco y curado que tanto gusta a esos
animalitos.
Kif y Kof, las pesonitas, utilizaban un tipo de cerebro repleto de creencias para
buscar un tipo muy distinto de Queso – con mayúscula -, que ellos creían que
los haría felices y triunfar.
Por distintos que fueran los ratones y las personitas, tenían algo en común:
Todas las mañanas se ponían su chándal y sus zapatillas deportivas, salían
de su casita y se precipitaban corriendo hacia el laberinto en busca de su queso
favorito.
El laberinto era un dédalo de pasillos y salas, y algunas de ellas contenían
delicioso queso. Pero también había rincones oscuros y callejones sin salida
que no llevaban a ningún sitio. Era un lugar en el que resultaba muy fácil
perderse.
Sin embargo, para los que daban con el camino, el laberinto albergaba secretos
que les permitían disfrutar de una vida mejor.
Para buscar el queso, Oli y Corri, los ratones, utilizaban el sencillo pero ineficaz
método del tanteo. Recorrían un pasillo, y si estaba vacío, daban media vuelta y
recorrían el siguiente.
Oli olfateaba el aire con su gran hocico a fin de averiguar en qué dirección había
que ir para encontrar queso, y Corri se abalanzaba hacia allí. Como imaginarán,
se perdían, daban muchas vueltas inútiles y a menudo chocaban contra las
paredes.
Sin embargo, Kif y Kof, las dos personitas, utilizaban un método distinto que se
basaba en su capacidad de pensar y aprender de las experiencias pasadas,
aunque a veces sus creencias y emociones los confundían.
Con el tiempo, siguiendo cada uno su propio método, todos encontraron lo que
habían estado buscando: un día, al final de uno de los pasillos, en la Central
Quesera Q dieron con el tipo de queso que querían.
A partir de entonces, los ratones y las personitas se ponían todas las mañanas
sus prendas deportivas y se dirigían a la Central Quesera Q. Al poco, aquello
se había convertido en una costumbre para todos.
Oli y Corri se despertaban temprano todas las mañanas, como siempre, y corrían
por el laberinto siguiendo la misma ruta.
Cuando llegaban a su destino, los ratones se quitaban las zapatillas y se las
colgaban del cuello para tenerlas a la mano en el momento en que volvieran a
necesitarlas. Luego se dedicaban a disfrutar del queso.
Al principio, Kif y Kof también iban corriendo todos los días hasta la Central Quesera
Q para paladear los nuevos y sabrosos bocados que los aguardaban.
Pero, al cabo de un tiempo, las personitas fueron cambiando de costumbres.
Kif y Kof se despertaban cada día más tarde, se vestían más despacio e iban
caminando hacia la Central Quesera Q. Al fin y al cabo, sabían dónde estaba el
queso y como llegar hasta él.
No tenían ni idea de la procedencia del queso ni sabían quién lo ponía allí.
Simplemente suponían que estaría en su lugar.
Todas las mañanas, cuando llegaban a la Central Quesera Q, Kif y Kof se
ponían cómodos, como si estuvieran en casa, colgaban sus zapatillas y se
ponían las pantunflas. Como ya habían encontrado el queso, cada vez se
sentían más a gusto.
Esto es una Maravilla – dijo Kif -. Aquí tenemos queso suficiente para toda la
vida.
Las personitas se sentían felices y contentas, pensando que estaban a salvo
por siempre.
No tardaron mucho en considerar suyo el queso que habían encontrado en la
Central Quesera Q. Y había tal cantidad almacenada allí que, poco después,
trasladaron su casa cerca de la central y construyeron una vida social alrededor
de ella.
Para sentirse más a gusto, Kif y Kof decoraron las paredes con Frases e incluso
pintaron trozos de queso que los hacían sonreír. Una de las frases decía:
TENER QUESO HACE FELIZ
En ocasiones Kif y Kof llevaban a sus amigos a ver los trozos de queso que se
apilaban en la Central Quesera Q. Unas veces lo compartían con ellos y otras, no.
Nos merecemos este queso – dijo Kif -. Realmente tuvimos que trabajar muy duro
y durante mucho tiempo para conseguirlo. – Tras estas palabras, cogió un trozo
de queso y se lo comió.
Después Kif se quedó dormido, como solía ocurrirle.
Todas las noches, las personitas volvían a casa cargadas de queso y todas las
mañanas regresaban, confiadas, por más queso la a Central Quesera Q.
Todo siguió igual durante algún tiempo.
Pero al cabo de algunos meses, la confianza de Kif y Kof se convirtió en arrogancia.
Se sentían tan a gusto que ni siquiera advertían lo que estaba ocurriendo.
El tiempo pasaba, y Oli y Corri seguían haciendo lo mismo todos los días. Por la
mañana, llegaban temprano a la Central Quesera Q y husmeaban, escarbaban e
inspeccionaban la zona para ver si habían ocurrido cambios con respecto al día
anterior. Luego se sentaban y se ponían a mordisquear el queso.
Una mañana, llegaron a la Central Quesera Q y descubrieron que no había queso.
No les sorprendió. Como habían notado que las reservas de queso habían ido
disminuyendo poco a poco, Oli y Corri estaban preparados para lo inevitable e,
instintivamente, enseguida supieron lo que tenían que hacer.
Se miraron el uno al otro, cogieron las zapatillas deportivas que llevaban atadas al
cuello, se las calzaron y se las anudaron.
Los ratones no de perdían en análisis profundos de las cosos. Y tampoco tenían que
cargar con complicados sistemas de creencias.
Para los ratones, tanto el problema como la solución eran simples. La situación en la
Central Quesera Q había cambiado. Por lo tanto Oli y Corri decidieron cambiar.
Ambos asomaron la cabeza por el laberinto. Entonces Oli alzó el hocico, husmeó y
asintió con la cabeza, tras lo cual, Corri se lanzó a correr por el laberinto y Oli lo siguió
lo más deprisa que pudo.
Ya se habían puesto en marcha en busca de queso nuevo.
Ese mismo día, más tarde, Kif y Kof hicieron su aparición en la Central Quesera Q.
No habían prestado mucha atención a los pequeños cambios que habían ido
produciéndose y, por lo tanto, daban por sentado que su queso seguiría allí.
La nueva situación los pilló totalmente por desprevenidos.
-¿Qué? ¿No hay queso? – gritó Kif - ¿No hay queso? – repitió muy enojado, como si
gritando fuese a conseguir que alguien se lo devolviera -. ¿Quién se ha llevado mi
queso?- bramó indignado. Finalmente, con los brazos en jarras y el rostro enrojecido
de ira, vociferó –¡Esto no es Justo!.
Kof sacudió negativamente la cabeza con gesto de incredulidad. Él también había
dado por supuesto que en la Central Quesera Q habría queso, y se quedó paralizado
por la sorpresa. No estaba preparado para aquello.
Kif gritaba algo, pero Kof no quería escucharlo. No tenía ganas de enfrentarse a lo
que tenía adelante, así que se desconectó de la realidad.
La conducta de las personitas no era agradable ni productiva, pero sí comprensible.
Encontrar queso no había sido fácil, y para las personitas eso significaba mucho más
que tener todos los días la cantidad necesaria del mismo.
Para las personitas, encontrar queso era la dar con la manera de obtener lo que creían
que necesitaban para ser felices. Cada una tenía, según fueran sus gustos, su propia
idea de lo que significaba el queso.
Para algunas, encontrar el queso era poseer cosas materiales. Para otras, disfrutar de
buena salud o alcanzar la paz interior.
Para Kof, el queso significaba simplemente sentirse a salvo, tener algún día una
estupenda familia y una confortable casa en la calle Cheddar.
Para Kif , significaba convertirse en un Gran Queso con otros a su cargo y tener una
hermosa mansión en lo alto de las colinas Camembert.
Como el queso era muy importante para ellas, las dos personitas pasaron mucho tiempo
decidiendo qué hacer. Al principio, lo único que se les ocurrió fue inspeccionar a fondo la
Central Quesera Q para comprobar si realmente el queso había desaparecido.
Mientras que Oli y Corri ya se habían puesto en marcha, Kif y Kof continuaban vacilando
y titubeando.
Despotricaron y se quejaron de lo injusto que era todo lo ocurrido, y Kof empezó a
deprimirse. ¿Qué sucedería si al día siguiente tampoco encontraban el queso? Había
hecho muchos planes para el futuro basados en aquel queso...
Las personitas no daban crédito a lo que veían. ¿Cómo podía haber ocurrido aquello?
Nadie les había avisado. No estaba bien. Se suponía que esas cosas no tenían que pasar.
Aquella noche, Kif y Kof volvieron a casa hambrientos y desanimados; pero antes de
marcharse de la Central Quesera Q, Kof escribió en la pared:
CUANTO MÁS IMPORTANTE ES EL QUESO PARA UNO, MÁS DESEA CONSERVARLO
Al día siguiente, Kif y Kof salieron de sus respectivas casas y volvieron a la Central
Quesera Q, donde esperaban encontrar, de una manera u otra, su queso.
Pero la situación no había cambiado: el queso seguía sin estar allí. Las personitas no
sabían qué hacer. Kif y Kof se quedaron paralizados, inmóviles como estatuas.
Kof cerró los ojos lo más fuerte que pudo y se tapó los oídos con las manos. Quería
desconectarse de todo. Se negaba a reconocer que las reservas de queso habían ido
disminuyendo de manera gradual. Estaba convencido de que habían desaparecido de
repente.
Kif analizó la situación una y otra vez, y, al final, su complicado cerebro dotado de un
enorme sistema de creencias empezó a funcionar.
-¿Porqué me han hecho esto?- se preguntó -. ¿Qué está pasando aquí?
Kof abrió los ojos, miró a su alrededor e inquirió:
-Por cierto, ¿dónde están Oli y Corri? ¿Crees que saben algo que nosotros no sabemos?
-¿Qué quieres que sepan?- espetó Kif en tono de desprecio-. No son más que ratones.
Reaccionan ante lo que ocurre. Nosotros somos personitas, somos especiales.
Tendríamos que ser capaces de dar con la solución. Además, merecemos mejor suerte
que ellos. Esto no debería ocurrirnos, y si nos ocurre, al menos tendríamos que recibir
una compensación.
-¿Por qué tendríamos que recibir una compensación?- quiso saber Kof.
-Porque tenemos derecho.
-¿Derecho a qué?- preguntó Kof.
- Tenemos derecho a nuestro queso.
-¿Por qué? – insistió Kof.
- Porque este problema no lo hemos causado nosotros –respondió Kif -alguien ha
provocado esta situación y nosotros tenemos que sacar algún provecho de ella.
- Tal vez sería mejor no analizar tanto la situación- Lo que deberíamos hacer es
ponernos en marcha de inmediato y buscar queso nuevo –sugirió Kof.
- Oh no- repuso Kif-. Voy a llegar al fondo de todo esto.
Mientras Kif y Kof seguían discutiendo lo que debían hacer, Oli y Corri ya se habían
puesto en marcha y habían recorrido muchos pasillos, buscando queso en todas las
centrales queseras que encontraban en su camino.
No pensaban en otra cosa que ni fuera encontrar queso nuevo.
Pasaron mucho tiempo sin encontrar nada, hasta que, al final, llegaron a una zona del
laberinto en la que nunca habían estado la Central Quesera N.
Al entrar profirieron un grito de alegría. Habían encontrado lo que estaban buscando:
una gran reserva de queso.
No podían dar crédito a sus ojos. Eta la cantidad más grande de queso que los ratones
habían visto en toda su vida.
Mientras, Kif y Kof seguían en la Central Quesera Q evaluando la situación. Empezaban
a sufrir los efectos de la falta de queso. Cada vez estaban más frustrados y enfadados,
y se culpaban el uno al otro de la situación en la que se hallaban.
De vez en cuando, Kof se acordaba de sus amigos los ratones, y se preguntaba si Oli y
Corri ya habían encontrado queso. Pensaba que debían estar pasando momentos muy
duros, porque correr por el laberinto siempre conllevaba incertidumbre, pero también
sabía que no estarían en apuros mucho tiempo.
A veces, Kof imaginaba que Oli y Corri habían encontrado queso nuevo y los veía
disfrutando de él. Pensaba en lo bien que le sentaría andar a la aventura por el laberinto
y encontrar un nuevo queso. Casi podía saborearlo.
Cuanto más clara era la imagen que Kof tenía de sí mismo encontrando y probando el
nuevo queso, más ganas le entraban de marcharse de la Central Quesera Q.
-¡Vámonos!- exclamó de repente.
-¡Nó!- replicó Kif rápidamente-. Estoy bien aquí, es un lugar cómodo y conocido. Además,
salir ahí afuera es peligroso.
-No, no lo es- repuso Kof-. Hemos recorrido ya muchas zonas del laberinto, y podemos
hacerlo otra vez.
-Soy demasiado viejo para eso- dijo Kif-. Y no tengo ningún interés en perderme ni en
engañarme a mí mismo ¿Tú sí?.
Estas palabras hicieron que Kof volviera a sentir miedo al fracaso, y sus esperanzas de
encontrar queso nuevo se desvanecieron.
Así que las personitas siguieron haciendo todos los días lo mismo que habían hecho
hasta entonces: ir a la Central Quesera Q, no encontrar queso y volver a casa, llevando
consigo sus desasosiegos y frustraciones.
Intentaron negar lo que estaba ocurriendo, pero cada vez les costaba más conciliar el
sueño, y por la mañana tenían menos energía y estaban más irritables.
Sus casas no eran los sitios acogedores que habían sido. Las personitas sufrían de
insomnio, y cuando conseguían dormir tenían pesadillas en las que no encontraban
el queso.
Pero Kif y Kof seguían volviendo todos los días a la Central Quesera Q y, una vez allí,
se limitaban a esperar.
- Si nos esforzáramos un poco –dijo Kif-, tal vez descubriríamos que en realidad las
cosas no han cambiado tanto. Es probable que el queso esté cerca. Quizás está
escondido detrás de la pared.
Al día siguiente, Kif y Kof volvieron con herramientas. Kif sujetó el cincel y Kof golpeó
con el martillo hasta que hicieron un agujero en la pared de la Central Quesera Q.
Miraron a través de él pero no encontraron el queso.
Se sintieron decepcionados, pero creían que podían solucionar el problema. Por eso
empezaron a trabajar más temprano, lo hacían con más ahínco y acababan más tarde,
pero lo único que consiguieron fue tener un enorme agujero en la pared.
Kof empezó a comprender la diferencia entre Actividad y Productividad.
- Tal vez – dijo Kif -, lo único que debemos hacer es quedarnos sentados y ver qué pasa.
Tarde o temprano, tendrán que volver a poner el queso.
Kof quería creer que Kif tenía razón, así que todas la noches se iba a casa a descansar
y a la mañana siguiente volvía con su amigo, de mala gana, a la Central Quesera Q.
Pero el queso seguía sin aparecer.
Las personitas estaban cada vez más débiles debido al hambre y al estrés. Kof empezaba
a cansarse de esperar que la situación mejorase. Comenzaba a comprender que cuanto
más tiempo estuvieran sin queso, peor se encontrarían.
Kof sabía que estaba perdiendo la agudeza.
Finalmente, un día Kof empezó a reírse de sí mismo.
“Mírate, Kof, mírate –se decía-. Cada día hago las mismas cosas, una y otra vez, y me
pregunto porqué la situación no mejora. Si esto no fuera tan ridículo, sería incluso
divertido.
A Kof no le gustaba la idea de tener que correr de nuevo por el laberinto, porque sabía
que se perdería y no tenía ninguna certeza de que fuera a encontrar más queso, pero
al ver lo estúpido que se estaba volviendo por culpa del miedo, tuvo que reírse de sí
mismo.
-¿Dónde has puesto nuestros chándals y las zapatillas deportivas?- le preguntó a Kif.
Tardaron mucho tiempo en dar con ellos porque, cuando tiempo atrás habían encontrado
queso en la Central Quesera Q, los habían guardado al fondo del todo pensando que ya
no los necesitarían nunca más
Cuando Kif vio a su amigo poniéndose el chándal, le preguntó:
-No irás a salir del laberinto otra vez, ¿verdad? ¿Por qué no te quedas aquí conmigo,
esperando a que devuelvan el queso?.
-Mira, Kif, no entiendes lo que pasa. Yo tampoco quería verlo, pero ahora me doy cuenta
de que ya no nos devolverán aquel queso. Ese queso pertenece al pasado y ha llegado
la hora de encontrar uno nuevo.
-Pero ¿y si no hay más? – repuso Kif-. Y aun en caso de que haya, ¿y si no lo encuentras?
-No lo sé- respondió Kof.
Se había formulado miles de veces esas dos preguntas y empezó a sentir de nuevo el
miedo que lo paralizaba.
Luego empezó a pensar en encontrar un queso nuevo y en todas las cosas buenas
que eso significaría.
Entonces hizo acopio de fuerzas y dijo:
-A veces, las cosas cambian y nunca vuelven a ser como antes. Creo que estamos
en una situación de este tipo, Kif ¡Así es la vida! La vida se mueve y nosotros también
debemos de hacerlo.
Kof miró a su demacrado compañero e intentó hacerlo entrar en razón, pero el miedo
de Kif se había convertido en ira y no quiso escucharle.
Kof no quería ser brusco con su amigo, pero no pudo evitar reírse de lo estúpidamente
que ambos se estaban comportando.
Mientras Kof se preparaba para salir, empezó a sentirse más vivo al tomar conciencia
de que por fin era capaz de reírse de sí mismo, vencer el miedo y seguir adelante.
-¡Ha llegado el momento de volver al laberinto¡- anunció.
Kif no se rió ni reaccionó.
Kof cogió una pequeña piedra afilada y escribió un pensamiento sobre la pared para
que su amigo reflexionase sobre él. Tal como tenía por costumbre, Kof incluso dibujó
un trozo de queso alrededor de las palabras con la esperanza de hacer sonreír a Kif
y de animarlo a buscar un nuevo queso, pero su amigo no quiso mirar.
En la pared de leía:
SI NO CAMBIAS, TE EXTINGUES
A continuación, Kof asomó la cabeza y observó el laberinto con ansiedad. Pensó en
cómo había llegado a aquella situación de carencia de queso.
Había creído que posiblemente no hubiera queso en el laberinto o que no iba a ser
capaz de encontrarlo. Aquellos pensamientos llenos de miedo lo estaban paralizando
y acabarían por matarlo.
Kof sonrió. Sabía que Kif se estaba preguntando “¿Quién se ha llevado mi queso?”,
pero lo que él se preguntaba era “¿Por qué no me puse en marcha antes, por qué
no me moví cuando lo hizo el queso?”
Al adentrarse en el laberinto, Kof miró hacia atrás, consciente de la comodidad del
espacio que dejaba, y se sintió atraído hacia aquel territorio conocido pese a que
llevaba mucho allí sin encontrar queso.
Kof se sentía cada vez más angustiado, y se preguntó si realmente quería volver
al laberinto. Escribió una frase en la pared que tenía adelante y se quedó un rato
mirándola.
¿QUÉ HARÍA SI NO TUVIERA MIEDO?

Pensó en ello.
Sabía que, a veces, un poco de miedo es bueno. Cuando tienes miedo de que las
cosas empeoren si no haces algo, el miedo puede incitarte a la acción. Pero cuando
el miedo te impide hacer algo, el miedo no es bueno.
Miró hacia la derecha. Era una zona del laberinto en la que nunca había estado y
sintió miedo.
Entonces, respiró hondo y se adentró en el laberinto, avanzando con paso veloz
hacia lo desconocido.
Mientras intentaba encontrar el buen camino, lo primero que pensó fue que tal vez
se había quedando esperando demasiado tiempo en la Central Quesera Q. Hacía
tanto tiempo que no comía queso que se encontraba débil. Recorrer el laberinto le
exigió más tiempo y esfuerzo de lo acostumbrado. Decidió que si alguna vez volvía
a pasarle algo parecido, se adaptaría al cambio más de prisa. Eso facilitaría las
cosas.
“Más vale tarde que nunca”, se dijo con una leve sonrisa.
Durante los días sucesivos, Kof encontró un poco de queso aquí y allá, pero no eran
cantidades que durasen mucho tiempo. Esperaba encontrar una buena ración para
llevársela a Kif y animarlo a que volviera al laberinto.
Pero Kof todavía no había recuperado la suficiente confianza en sí mismo. Tuvo que
admitir que se desorientaba en el laberinto. Las cosas parecían haber cambiado desde
la última vez que había estado allí.
Justo cuando pensaba que había encontrado la dirección correcta, se pedía en los
pasillos. Era como si diera dos pasos adelante y uno atrás. Era todo un reto, pero tuvo
que admitir que volver a recorrer el laberinto en busca de queso no era tan terrible
como había temido.
Con el paso del tiempo, empezó a preguntarse si la esperanza de encontrar queso nuevo
era realista. ¿No sería un sueño? De inmediato se echó a reír, al darse cuenta de que
llevaba tanto tiempo sin dormir que era imposible que soñase.
Cada vez que empezaba a desalentarse, se recordaba a si mismo que lo que estaba
haciendo, por incómodo que le resultase en aquel momento, era mucho mejor que
quedarse de brazos cruzados sin queso. Estaba tomando las riendas de su vida en
vez de dejar simplemente que las cosas ocurrieran.
Luego se recordó que si Oli y Corri eran capaces de aventurarse, él también lo era.
Más tarde, Kof reconstruyó los hechos y llegó a la conclusión de que el queso de la
Central Quesera Q no había desaparecido de la noche a la mañana, como había creído
al principio. En los últimos tiempos, había cada vez menos queso y además, el que
quedaba, ya no sabía tan bien.
Tal vez el queso había empezado a enmohecerse y él no lo había notado. Tuvo que admitir
sin embargo, que si hubiera querido se habría percatado de lo que estaba ocurriendo. Pero
no lo había hecho.
En aquel momento comprendió que el cambio no lo habría pillado por sorpresa si se hubiera
fijado en que este se iba produciendo gradualmente y lo hubiese previsto. Quizás era eso
lo que Oli y Corri habían hecho.
Se detuvo a descansar, y escribió en la pared del laberinto:
HUELE EL QUESO A MENUDO PARA SABER CUANDO EMPIEZA A ENMOHECERSE
Cuando llevaba sin encontrar queso durante un tiempo que le pareció muy largo, Kof
llegó a una inmensa la Central Quesera que tenía un aspecto prometedor. Pero cuando
entró sufrió una gran decepción al ver que estaba totalmente vacía.
“Ya he tenido esta sensación de vacío con demasiada frecuencia”, pensó, con ganas de
abandonar la búsqueda.
A Kof empezaban a flaquearle las fuerzas. Sabía que estaba perdido y temía no sobrevivir.
Pensó en dar marcha atrás y regresar a la Central Quesera Q. Al menos, si lo conseguía y
Kif estaba aún allí, no se sentiría tan solo. Entonces volvió a formularse la misma pregunta
de antes: “¿Qué haría si no tuviera miedo?”.
Tenía miedo mucho más a menudo de lo que estaba dispuesto a admitir. No siempre estaba
seguro de qué era lo que le daba miedo, pero en aquel estado de debilidad supo que tenía
miedo de seguir avanzando solo. Kof no se percataba, pero se estaba quedando atrás por
culpa de sus miedos.
Se preguntó si Kif se habría movido o seguiría paralizado por sus miedos. Entonces, Kof,
recordó las ocasiones en que se había sentido más a gusto en el laberinto. Siempre habían
sido estando en movimiento. Escribió una frase en la pared, sabiendo que era tanto un
recordatorio para sí mismo como una señal por si su compañero Kif decidía a seguirlo:
AVANZAR EN UNA DIRECCIÓN NUEVO AYUDA A ENCONTRAR UN NUEVO QUESO
Kof miró el oscuro corredor y fue consciente de su miedo. ¿Qué le esperaba ahí dentro?
¿Estaba vacío? O peor aún: ¿había peligros escondidos? Empezó a imaginar todos tipo
de cosas aterradoras que podrían ocurrirle. Cada vez sentía más pavor.
Entonces se rió de sí mismo. Comprendió que lo único que hacían sus miedos era empeorar
las cosas. Por eso, hizo lo que hubiera hecho de no tener miedo: avanzó en una nuevo
dirección.
Cuando empezó a correr por el oscuro pasillo , una nueva sonrisa se dibujó en sus labios.
Kof todavía no lo comprendía, pero estaba descubriendo lo que alimentaba su alma. Se
sentía libre y tenía confianza en lo que le aguardaba, aunque no supiera exactamente qué
era.
Para su sorpresa, vio que cada vez se lo pasaba mejor.
“¿Por qué me siento tan bien?- se preguntó –No tengo ninguna pizca de queso ni sé hacia
donde voy”.
No tardó en comprender porqué se sentía de aquel modo.
Y se entretuvo para escribir de nuevo en la pared:
CUANDO DEJAS ATRÁS EL MIEDO, TE SIENTES LIBRE
Kof comprendió que había sido prisionero de su propio miedo. Avanzar en una
dirección nueva lo había liberado.
En ese momento notó la brisa que corría por aquella parte del laberinto y le pareció
refrescante. Respiró hondo unas cuantas veces y se sintió revitalizado. Después de
haber dejado atrás el miedo, todo resultó mucho más agradable de lo que él había
pensado que sería.
Hacía mucho tiempo que no se sentía de aquella manera. Casi había olvidado lo
divertido que era.
Para que todo fuera aún mejor, Kof empezó a hacer un dibujo en su mente. Se veía
con todo detalle y gran realismo, sentado en medio de un montón de sus quesos
favoritos, desde el Cheddar hasta el brie. Se vio comiendo de todos los quesos que
le gustaban y disfrutó con lo que vio. Luego imaginó lo felicísimo que lo harían todos
aquellos sabores.
Cuanto más clara veía la imagen del nuevo queso, más real se volvía y presentía
que iba a encontrarlo.
IMAGINARSE DISFRUTANDO DEL QUESO NUEVO ANTES INCLUSO DE
ENCONTRALO CONDUCE HACIA ÉL.
“¿Por qué no lo había hecho antes?”, se preguntó.
Entonces, echó a correr por el laberinto con más energía y agilidad. Al poco localizó
otra la Central Quesera en cuya puerta vio, con gran excitación, unos pedacitos de
un nuevo queso.
Vio tipos de queso que no conocía pero que tenían un aspecto fantástico. Los probó
y le parecieron deliciosos. Comió de casi todos y se guardó unos trozos en el bolsillo
para más tarde y quizás para compartirlos con su amigo Kif. Empezó a recuperar las
fuerzas.
Entró a la Central Quesera muy excitado, pero, para su consternación, descubrió
que estaba vacía. Allí ya había estado alguien y solo había dejado unos pedazos
pequeños del nuevo queso.
Comprendió que si se hubiera movido antes, con toda probabilidad habría encontrado
allí más cantidad de queso.
Kof decidió volver atrás y averiguar si Kif estaba dispuesto a acompañarlo.
Mientras desandaba el camino, se detuvo y escribió en la pared:
CUANTO ANTES SE OLVIDA EL QUESO VIEJO, ANTES SE ENCUENTRA EL
NUEVO QUESO
Al cabo de un rato Kof llegó a la Central Quesera Q y encontró a Kif. Le ofreció unos
pedazos de queso, pero su amigo los rechazó.
Kif agradeció el gesto, pero dijo:
-No creo que me guste ese nuevo queso. No estoy acostumbrado a él. Yo quiero que
me devuelvan mi queso, y no voy a cambiar de actitud hasta que esto ocurra.
Kof sacudió la cabeza, decepcionado, y volvió a salir solo. Mientras regresaba al punto
más alejado del laberinto al que había llegado, aunque echaba de menos a su amigo,
le gustaba lo que iba descubriendo. Incluso antes de encontrar lo que esperaba que
fuese una gran reserva de queso nuevo, si es que llegaba a encontrarla, sabía que no
era sólo tener queso lo que le hacía sentirse feliz.
Se sentía feliz porque no los dominaba el miedo y porque le gustaba lo que estaba
haciendo en aquellos momentos.
Al darse cuenta de ello, no se sintió tan débil como cuando estaba sin queso en
la Central Quesera Q. El solo hecho de saber que no permitía que el miedo lo
paralizase y que había tomado una nueva dirección le daba fuerzas.
En esos instantes supo que encontrar lo que necesitaba era sólo cuestión de tiempo.
De hecho, ya había encontrado lo que buscaba.
Sonrió y escribió en la pared:
ES MÁS SEGURO BUSCAR EN EL LABERINTO QUE QUEDARSE DE BRAZOS
CRUZADOS SIN QUESO
Kof advirtió de nuevo, como ya había hecho antes, que lo que nos da miedo nunca
es tan malo como lo que imaginamos. El miedo que dejamos crecer en nuestra mente
es peor que la situación real. Había temido tanto no encontrar queso que ni siquiera
se había atrevido a buscarlo. Sin embargo, desde que había empezado el recorrido
había encontrado queso suficiente para sobrevivir. Y esperaba encontrar más. Mirar
hacia delante era excitante.
Su antigua manera de pensar se había visto afectada por temores y preocupaciones.
Antes pensaba en la posibilidad de no tener bastante queso o de que no le durase el
tiempo necesario. Solía pensar más en lo que podía ir mal que en lo que podía ir bien.
Pero eso había cambiado desde que dejó la Central Quesera Q.
Antes pensaba que el queso no debía moverse nunca de su sitio y que los
cambios no eran buenos.
Ahora veía que era natural que se produjeran cambios constantes, tanto si uno
los esperaba como si no. Los cambios solo podían sorprenderte si no los
esperabas ni contabas con ellos.
Cuando advirtió que su sistema de creencias había cambiado, hizo una pausa
para escribir en la pared:
LAS VIEJAS CREENCIAS NO CONDUCEN AL NUEVO QUESO
Kof todavía no había encontrado nada de queso, pero mientras corría por el
laberinto pensó en lo que había aprendido hasta entonces.
Advirtió que las nuevas creencias estimulaban conductas nuevas. Se estaba
comportando de manera muy distinta que cuando volvía día tras día a la misma
la Central Quesera vacía.
Supo que, al cambiar de creencias, había cambiado de forma de actuar.
Todo dependía de lo que decidiera creer. Escribió de nuevo en la pared:
CUANDO VES QUE PUEDES ENCONTRAR NUEVO QUESO Y DISFRUTAR
DE EL, CAMBIAS DE TRAYECTORIA
Kof supo que, si hubiera aceptado antes el cambio y hubiese salido enseguida
de la Central Quesera Q, ahora se encontraría mucho mejor. Se sentiría más
fuerte física y mentalmente y abría afrontado mejor el reto de buscar un nuevo
queso. En realidad, si hubiera previsto el cambio, en vez de perder el tiempo
negando que este se había producido, probablemente ya habría encontrado lo
que buscaba.
Hizo acopio de fuerzas y decidió explorar las zonas más desconocidas del laberinto.
Encontró pedazos de queso aquí y allá, y recuperó el ánimo y la confianza en sí
mismo.
Mientras pensaba en el camino que llevaba recorrido desde que había salido de la
Central Quesera Q, se alegró de haber escrito frases en diversos puntos. Esperaba
que esas frases le indicaran el camino a Kif si este decidía salir en busca de queso.
Se detuvo y escribió en la pared lo que llevaba tiempo pensando:
NOTAR ENSEGUIIDA LOS PEQUEÑOS CAMBIOS AYUDA A ADAPTARSE A
LOS CAMBIOS MÁS GRANDES QUE ESTÁN POR LLEGAR
En esos momentos, Kof ya se había liberado del pasado y se estaba adaptando
al futuro.
Avanzó por el laberinto con más energía y a mayor velocidad. Y al poco, lo que
estaba esperando ocurrió.
Cuando ya le parecía que llevaba toda la vida en el laberinto, su viaje (o al menos
aquella parte del viaje) terminó rápida y felizmente.
¡Encontró nuevo queso en la Central Quesera N!.
Al entrar, se quedó pasmado por lo que vio. Había las montañas más grandes
de queso que se hubieran visto jamás. No los reconoció todos, ya que algunos
eran totalmente nuevos para él.
Por unos momentos se preguntó si aquello era real o sólo producto de su
imaginación, pero entonces vio a Oli y Corri.
Oli le dio la bienvenida con un movimiento de la cabeza, y Corri lo saludó con la
pata. Sus abultadas barriguitas indicaban que llevaban ahí mucho tiempo.
Kof les devolvió el saludo y enseguida se puso a probar sus quesos favoritos.
Se quitó las zapatillas y el chándal y lo dobló cuidadosamente, dejándolo a su
lado por si lo necesitaba de nuevo. Cuando hubo comido hasta la saciedad,
cogió un pedazo del nuevo queso y lo alzó hacia el cielo en señal de brindis.
- ¡Por el Cambio!
Mientras saboreaba el nuevo queso, Kof pensó en todo lo que había aprendido.
Se percató de que, mientras había tenido miedo del cambio, se había aferrado
a la ilusión de un queso viejo que ya no existía.
¿Qué lo había hecho cambiar? ¿Había sido el miedo a morir de hambre?
“Bueno, eso también ha contribuido”, se dijo Kof..
Entonces se echó a reír y se dio cuenta de que había empezado a cambiar cuando
había aprendido a reírse de la propia estupidez. Después de hacerlo uno ya es libre
y puede seguir avanzando.
Supo que había aprendido algo muy útil de Oli y Corri, sus amigos los ratones, sobre
el hecho de avanzar. Los ratones llevaban una vida simple. No analizaban en exceso
ni complicaban demasiado las cosas. Cuando la situación cambió y el queso se
movió de sitio, ellos hicieron los mismo Kof prometió no olvidar eso.
Entonces utilizó su maravilloso cerebro para hacer algo que las personitas pueden
hacer mejor que los ratones. Reflexionó sobre los errores cometidos en el pasado y
los utilizó para trazar un plan para su futuro. Supo que uno podía aprender a convivir
con el cambio.
Uno podía ser más consciente de la necesidad de conservar las cosas sencillas, ser
más flexible y moverse más de prisa.
No servía de nada complicar las cosas o confundirse a uno mismo con creencias que
dan miedo.
Si uno advertía cuando empezaban a producirse los cambios pequeños, estaría más
preparado para el gran cambio que antes o después seguramente se produciría.
Kof se dio cuenta de que era necesario adaptarse deprisa, porque si uno no lo hacía,
tal vez no podría adaptarse jamás.
Tuvo que admitir que el inhibidor más grande de los cambios está dentro de uno
mismo y que las cosas no mejoran para uno mientras uno no cambia.
Pero lo más importante de todo era que cuando re quedabas sin el queso viejo, en
otro lugar siempre había un nuevo queso, aunque en el momento de la pérdida no lo
vieras. Y que te veías recompensado con ese queso nuevo tan pronto como dejabas
atrás los miedos y disfrutabas con la aventura de la búsqueda.
Supo que el miedo es algo que uno debe respetar ya que te aparta del peligro verdadero,
pero advirtió que casi todos sus miedos eran irracionales y que lo habían apartado del
cambio, cuando lo que él realmente necesitaba era el cambio.
Cuando se produjo el cambio, no le había gustado, pero ahora comprendía que había
sido una bendición, ya que lo habían llevado a encontrar un queso mejor.
Incluso había encontrado una parte mejor de sí mismo.
Mientras Kof pasaba revista a lo que había aprendido, se acordó de su amigo Kif. Se
preguntó si habría leído algunas de las frases que había escrito en las paredes de
la Central Quesera Q y del laberinto.
¿Habría decidido liberarse del miedo y salir de la quesera? ¿Habría entrado en el
laberinto y descubierto que su vida podía ser mejor?
Kof pensó en la posibilidad de volver a la Central Quesera Q y tratar de encontrar a
Kif, suponiendo que diera con el camino de vuelta hacia allí. Si encontraba a su amigo,
tal vez podría enseñarle la manera de salir del apuro. Pero después se dio cuenta de
que ya había intentado que su amigo cambiara.
Kif tenía que encontrar su propio camino, prescindiendo de las comodidades y
dejando los miedos atrás. Nadie podía hacerlo por él, ni convencerlo de que lo
Kof sabía que había dejado un buen rastro por el camino para que Kif lo siguiera. Lo
único que tenía que hacer era leer las frases que él había escrito en la pared.
Se dirigió hacia la pared más grande de la Central Quesera N y escribió un resumen
de todo lo que había aprendido. A continuación dibujó un gran pedazo de queso alrededor
de todos los pensamientos que se le habían hecho evidentes, y sonrió al contemplar
el conjunto.
EL CAMBIO ES UN HECHO
El queso se mueve constantemente

PREVÉ EL CAMBIO
Permanece alerta a los movimientos del queso

CONTROLA EL CAMBIO
Huele el queso a menudo para saber si se está enmoheciendo

ADÁPTATE RÁPIDAMENTE AL CAMBIO
Cuanto antes se olvida el queso viejo, antes se disfruta el nuevo

¡CAMBIA!
Muévete cuando se mueva el queso

DISFRUTA EL CAMBIO
Saborea la aventura y disfruta del nuevo queso

PREPÁRATE ´PARA CAMBIAR RÁPIDAMENTE Y DISFRUTAR OTRA VEZ
El queso se mueve constantemente


Kof advirtió lo lejos que había llegado desde que saliera de la Central Quesera Q
en la que había dejado a Kif, pero supo que le sería fácil cometer el mismo error si
no estaba atento. Así pues, todos los días inspeccionaba la Central Quesera N para
saber en qué estado se encontraba el queso. Iba a hacer todo lo posible para
impedir que el cambio lo pillase desprevenido.
Aún quedaba mucho queso, pero Kof salía a menudo del laberinto y exploraba
nuevas zonas para estar en contacto con lo que ocurría a si alrededor. Advertía
que era más seguro estar al corriente de sus posibilidades reales que aislarse
en su zona segura y confortable.
De pronto le pareció oír ruido de movimiento en el laberinto. El ruido era cada
vez más fuerte, y advirtió que se acercaba alguien.
¿Sería Kif? ¿Estaría a punto de doblar la esquina?
Kof rezó una oración y esperó, como tantas veces había hecho, que su amigo
finalmente hubiese sido capaz de....
¡MOVERSE CON EL QUESO Y DISFRUTARLO!
EL DEBATE, ese mismo día, más tarde
Cuando Michael terminó de contar el cuento, miró a su alrededor y vio que sus
antiguos compañeros de clase sonreían.
Algunos le dieron las gracias y le dijeron que les había sido de gran utilidad.
-¿Y si nos encontráramos más tarde y lo comentáramos?- repuso Nathan.
A todos les pareció bien la idea, y quedaron para tomar algo juntos antes de cenar.
Esa noche, se reunieron en el bar de un hotel y empezaron a bromear con la idea
de buscar su “queso” y verse metidos en el laberinto.
-Entonces ¿qué personaje del cuento sería cada uno de nosotros? ¿Oli, Corre, Kif o
Kof? –preguntó Ángela a todo el grupo.
-Bueno, esta tarde he estado pensando en ello –respondió Carlos-. Y he recordado que,
antes de tener la tienda de artículos deportivos, sufrí un duro encuentro con el cambio.
No fui Oli, porque no me lo olí y no vi el cambio desde el principio. Y tampoco fui Corri,
porque no emprendí una acción de inmediato.
“Creo que más bien fui como Kif: quería quedarme en el territorio conocido. La verdad
es que no quería afrontar el cambio. Ni siquiera quería verlo.
Michael, que tenía la sensación de que apenas había pasado tiempo desde que Carlos
y él fueran tan amigos en el instituto preguntó:
-¿A qué te refieres Carlos?
-A un cambio inesperado de trabajo –respondió Carlos.
-¿Te despidieron? –preguntó Michael soltando una carcajada.
-Bueno, digamos que no quería salir en busca de nuevo queso. Tenía buenas razones
para creer que no se produciría ningún cambio. Por eso, cuando este se produjo me
afectó muchísimo.
Algunos de los compañeros de clase que habían estado callados desde el principio,
se sintieron más cómodos y empezaron a contar sus experiencias, entre ellos Frank,
que se había hecho militar.
-Kif me recuerda a un amigo mío –comentó-. Su departamento iba a desaparecer,
pero él se negaba a verlo. Todos los días despedían a personal de su sección. Todo
el mundo le hablaba de las grandes oportunidades que había en la empresa para los
que querían ser flexibles, pero el no creía que debería cambiar. Fue el único al que le
sorprendió la desaparición del departamento. Ahora le está costando mucho adaptarse
a un cambio que, según él, no tenía que haberse producido.
-Yo también era de las que creía que eso no iba a pasarme a mí –dijo Jessica-, pero lo
cierto es que mi “queso” se ha movido, y más de una vez.
Todos rieron excepto Nathan.
-Tal vez ese sea el meollo de todo el asunto –dijo este último-. Todos estamos
expuestos al cambio. Me gustaría que mi familia y yo hubiéramos escuchado antes
este cuento. Por desgracia, no quisimos ver los cambios que se iban a producir en
nuestro negocio, y ahora ya es demasiado tarde. Hemos tenido que cerrar varias
tiendas.
Aquello sorprendió a sus amigos, ya que creían que Nathan tenía la suerte de ser el
propietario de una empresa segura con la que siempre podría contar.
-¿Qué ocurrió? –quiso saber Jessica.
-De pronto, cuando montaron en la ciudad un hipermercado, con sus enormes
existencias y sus bajos precios, nuestra cadena de pequeñas tiendas quedó obsoleta.
No pudimos competir con esa gran superficie. Ahora veo que, en vez de reaccionar
como Oli y Corri, reaccionamos como Kif. Nos quedamos donde estábamos y no
cambiamos. Intentamos no hacer caso de lo que ocurría, y ahora tenemos problemas.
Kof habría podido enseñarnos un par de lecciones.
Laura, que en la actualidad era una importante mujer de negocios, había escuchado
con atención y decidió finalmente intervenir en la conversación.
-Esta tarde, yo también he estado pensando en el cuento que nos ha narrado Michael
–dijo-. Me he preguntado qué tengo que hacer para parecerme más a Kof y ver cuáles
son mis errores; reírme de mí misma; cambiar y hacer mejor las cosas. Me gustaría
saber una cosa ¿A cuántos de nosotros nos da miedo el cambio?
Nadie respondió por lo que Laura sugirió:
-Que levante la mano quien tenga miedo del cambio.
Sólo se alzó una.
-Bueno, parece que al menos hay una persona sincera en el grupo –prosiguió Laura -
tal vez les gusta más la pregunta siguiente: ¿cuántos de los que están aquí piensan
que los demás tienen miedo del cambio? –Todos levantaron la mano y luego se
echaron a reír –Bien, ¿y esto” qué significa?
-Significa la negación- respondió Nathan.
-A veces ni siquiera somos conscientes de que tenemos miedo –admitió Michael-. Yo
no sabía que lo tenía. La primera vez que oí el cuento, lo que más me gustó fue la
pregunta “¿Qué harías sino tuvieras Miedo?”.
-Lo que yo he sacado en claro del cuento –intervino Jessica- es que los cambios se
producen tanto si me dan miedo como si me gustan-
“Recuerdo que, hace unos años, cuando mi empresa vendía enciclopedias, una
persona intentó convencernos que teníamos que editar nuestra enciclopedia en CD
y venderla mucho más barata. El costo sería menor, y mucha más gente podría
permitirse comprarla, pero todos nos resistíamos a ello.
-¿Por qué esa resistencia? –quiso saber Nathan.
-Porque creíamos que la columna vertebral del negocio era la red de vendedores, las
personas que vendían de puerta en puerta. Mantener esa red de vendedores dependía
de la elevadas comisiones que cobraban por colocar en el mercado un producto caro.
Llevábamos mucho tiempo funcionando así y pensábamos que podría durar siempre.
-Ese era vuestro “queso” –dijo Nathan.
-Sí, y queríamos aferrarnos a él.
-Pensándolo ahora, de forma retrospectiva, veo que no se trató solo de que “nos
movieran el queso”, sino de que el “queso” tiene vida propia y, al final, se acaba. Y lo
que ocurrió fue que nosotros no cambiamos, pero un competidor si lo hizo y nuestras
ventas cayeron en picada. Hemos pasado una época muy difícil. Ahora va a producirse
otro gran cambio en la industria, y en la empresa nadie quiere afrontarlo. No me gusta.
Es posible que pronto me quede sin trabajo.
-¡Pues tendrás que salir del laberinto! –dijo Carlos. Los demás rieron, Jessica incluida.
Carlos se volvió hacia ella y le dijo:
-Es importante ser capaz de reírse de uno mismo.
-Eso es lo que más me ha impactado del cuento –terció Frank-. Yo no me tomo
demasiado en serio. Kof pudo cambiar a partir del momento en que fue capaz de
reírse de sí mismo y de lo que estaba haciendo.
-¿Creen que Kif llega a cambiar y sale a buscar queso nuevo? –preguntó Ángela.
-Yo creo que sí –respondió Elaine.
-Pues yo creo que no –dijo Cory-. Hay personas que nunca cambian y pagan un precio
muy alto por ello. En mi práctica médica veo a gente como Kif. Creen que tienen derecho
a su “queso”. Cuando el queso se mueve, se sienten víctimas y culpan a los demás. Se
ponen enfermas con más frecuencia que las personas que superan los miedos y siguen
avanzando.
-Me parece –dijo Nathan, en voz muy baja, como si hablara consigo mismo- que la
cuestión es: “¿De qué debemos prescindir y qué debemos seguir buscando?”.
Transcurrieron unos minutos sin que nadie dijera nada.
-Tengo que admitir –intervino finalmente Nathan- que había visto lo que estaba
ocurriendo en otras partes del país, pero esperaba que a nosotros no nos afectaría.
Supongo que es mucho mejor iniciar el cambio mientras uno todavía puede intentar
reaccionar y adaptarse a él. Tal vez deberíamos mover cada uno nuestro propio queso.
-¿Qué quieres decir? –preguntó Frank.
-No puedo dejar de preguntarme dónde estaríamos hoy si hubiésemos vendido los
terrenos de nuestras pequeñas tiendas y hubiéramos construido una gran superficie
comercial para competir con las mejores del sector –repuso Nathan.
-Tal vez sea ese el significado de lo que Kof escribió en la pared –dijo Laura-. “Saborea
la aventura y muévete cuando se mueve el queso”.
-Yo creo que algunas cosas no deberían cambiar –terció Frank-. Por ejemplo, yo quiero
aferrarme a mis valores básicos. Sin embargo, ahora veo que habría sido mucho mejor
para mí si hubiera empezado mucho antes a moverme cuando lo hizo el “queso”.
-Michael, la historia del queso es muy interesante –comentó Richard, el escéptico de la
clase-, pero ¿cómo la aplicaste en el caso concreto de tu empresa?
El grupo todavía no lo sabía, pero Richard se estaba enfrentando a algunos cambios.
Hacía poco que se había separado de su mujer, y en esos momentos intentaba
equilibrar su carrera profesional con la crianza de sus hijos adolescentes.
-Verán, yo pensaba que mi misión era ir resolviendo los problemas cotidianos a medida
que surgían, cuando en ves de eso, tendría que haber mirado hacia el futuro al tiempo
que prestaba atención a la dirección que estabamos tomando –dijo Michael-. Y sí, claro
que me dediqué a solucionar problemas, las veinticuatro horas del día. La situación no
era en absoluto divertida. Vivía en un mundo de competencia inexorable y no podía
salirme de él.
“Sin embargo después de escuchar ¿Quién se ha llevado mi Queso? y ver cómo
cambia Kof, advertí que mi misión era dibujar una imagen del “nuevo queso”. Y
conseguir que esa imagen fuera tan clara y realista que tanto yo como las personas
c0n las que trabajaba pudiéramos disfrutar de l cambio y triunfar juntos.
-Es muy interesante –comentó Ángela-. Porque, para mí el punto culminante de la
historia es cuando Kof deja atrás sus miedos y se visualiza encontrando el “nuevo
queso”. Entonces, correr por el laberinto le da menos miedo y disfruta haciéndolo y
finalmente encuentra algo mejor.
Richard, que había permanecido con el cejo fruncido durante toda la conversación
comentó:
-Mi jefa no cesa de decirme que la empresa debe cambiar. Creo que lo que en
realidad me está diciendo es que Yo debo cambiar, pero yo me niego a hacerle caso.
Creo que nunca he sabido cuál es el “nuevo queso” hacia el que quiere que me
mueva. Ni tampoco en qué va a beneficiarme ese cambio.
“Tengo que admitir que me gusta la idea de visualizar un “nuevo queso” e imaginarse
a uno mismo disfrutando de él –dijo Richard con una leve sonrisa-. Eso lo ilumina todo.
Atenúa los miedos y hace que te sientas más interesado en contribuir a que se
produzca un cambio. Tal vez pueda utilizar esa historia en casa –añadió-. Al parecer,
mis hijos creen que en su vida no debe cambiar nada. Están enfadados. Supongo
que tienen miedo de lo que les depara el futuro. Tal vez no he hecho un dibujo
realista para ellos del “nuevo queso”. Probablemente porque ni yo mismo lo he
visto todavía.
El grupo permaneció unos instantes en silencio, y algunos de sus miembros pensaron
en su vida familiar.
-Bueno –intervino Elaine-, aquí casi todo el mundo habla del trabajo, pero a mi la
historia me ha hecho pensar en mi vida privada. Creo que mi relación actual es
“queso viejo”, y está realmente enmohecido.
-A mí me pasa lo mismo –dijo Cory riendo- Supongo que tengo que liberarme de
una relación negativa
-O quizás el “queso viejo” sean simplemente las actitudes vieja –replicó Ángela-. De
lo que verdaderamente tenemos que liberarnos es de la conducta que sigue
propiciando relaciones negativas. Y a partir de aquí, avanzar hacia una manera
mejor de pensar y actuar.
-¡Claro! –exclamó Cory-. ¡Tienes toda la razón! El nuevo queso es una relación
nueva con la misma persona.
-Empiezo a pensar que esta historia tiene muchas más lecturas que de las que
en un principio creía –dijo Richard-. Me gusta la idea de liberarse de una conducta
vieja en vez de hacerlo de la relación. Repetir la misma conducta dará siempre
los mismos resultados.
“En vez de cambiar de trabajo, tal vez yo podría ser una de las personas que ayuden
a la empresa a cambiar. Si lo hubiera hecho, a buen seguro que ahora tendría un
empleo mucho mejor.
Entonces Becky, que vivía en otra ciudad pero había vuelto a la suya para la reunión,
dijo:
-Mientras escuchaba el cuento y vuestros comentarios, he tenido que reírme de mí
misma. He sido como Kif durante mucho tiempo, siempre dudando y vacilando y con
miedo a cambiar. No me había dado cuenta de que a casi todos nos pasa lo mismo.
Me temo que he transmitido a mis hijos esa manera de actuar sin saberlo siquiera. Si
ahora pienso en ello veo que los cambios te llevan a un lugar nuevo y mejor, aunque
cuando se producen temes que no sea así.
“Recuerdo cuando nuestro hijo estaba estudiando el segundo curso en la universidad.
Debido al trabajo de mi marido, tuvimos que dejar Illinois y establecernos en Vermont.
Nuestro hijo estaba muy triste por tener que dejar a sus amigos. Además, era una
estrella de la natación y en Vermont no había equipo de ese deporte. Se enfadó con
nosotros y nos culpó del traslado.
“Pero, al final, se enamoró de las montañas de Vermont, aprendió a esquiar, esquió
con el equipo de la universidad y ahora vive feliz en Colorado. Si hubiéramos
escuchado todos juntos el cuento del queso, mi familia se habría ahorrado muchas
tensiones.
-Cuando llegue a casa –dijo Jessica-, se lo contaré a los míos y les preguntaré a mis
hijos si creen que soy Oli, Corri, Kif o Kof, y quién creen que son ellos. Podríamos
hablar de lo que pensamos que es queso viejo en nuestra familia y de cuál podría
ser el nuevo queso.
-Es una buena idea –intervino Richard.
-Me parece que voy a ser más como Kof: me moveré cuando se mueva el queso
y disfrutaré de él –comentó Frank-. Y voy a contarles esta historia a mis amigos,
que están preocupados porque tienen que dejar el Ejército y por lo que el cambio
supondrá para ello. Seguro que provoca interesantes discusiones.
-Sí, así fue tal como mejoramos la empresa –dijo Michael-, Nos reunimos varias
veces para discutir qué habíamos sacado en claro la historia del queso y para
decidir cómo podíamos aplicarla a nuestra situación concreta. Estuvo muy bien
porque pudimos utilizar un lenguaje que resultaba divertido para hablar del cambio.
En realidad, resultó muy efectivo. Sobre todo cuando lo divulgamos por toda la
empresa.
-¿Y eso? –quiso saber Nathan-
-Cuanto más nos bajábamos en la escala jerárquica de la organización,
encontrábamos a más personas que se sentían con menos poder. Era comprensible
que el cambio les diera mucho miedo, ya que consideraban que se les imponía
desde arriba. Por eso se resistían a él. Dicho en pocas palabras: cuando el cambio
.
-¿Por qué? –preguntó Carlos.
-Porque –prosiguió Michael- cuando nos dispusimos a cambiar, la empresa
había llegado a un punto tal que estuvimos a punto de prescindir de muchos
empleados, entre ellos algunos amigos. Fue muy duro para todos., Sin embargo
prácticamente todo el mundo, los que se quedaron y los que se marcharon, dijo
que el cuento del queso le había ayudado a ver las cosas de otro modo y a
adaptarse mejor a ellas. Los que tuvieron que buscar un nuevo empleo dijeron
que al principio les resultó muy duro, pero que recordar la historia les fue de gran
ayuda.
-¿Qué fue lo que más los ayudó? –preguntó Ángela.
-Una vez dejaron atrás el miedo –replicó Michael-, me dijeron que lo mejor fue
advertir que el mundo estaba lleno de nuevo queso esperando que alguien lo
encontrara. Que formarse una imagen mental del nuevo queso hacía que se
sintieran mejor; en las entrevistas de trabajo tenían más confianza en sí mismos,
y algunos encontraron un trabajo mejor.
-¿Y aquellos que se quedaron en tu empresa? –preguntó Laura.
-Pues en vez de quejarse de los cambios que estaban produciéndose –respondió
Michael-, decían “Nos han movido el queso. Vamos a buscar uno nuevo”. De ese
modo ahorramos mucho tiempo y redujimos las tensiones.
“Al poco, las personas que se habían resistido al cambio empezaron a verle las
ventajas e incluso colaboraron en la tarea de llevarlo a cabo.
-¿Por qué crees que ocurrió? –dijo Cory.
-Creo que en gran parte se debió a la presión que pueden ejercer los compañeros
en una empresa.
-¿Qué ocurre en casi todas las empresas cuando es la dirección la que anuncia un
cambio? ¿Qué opina la gente del cambio? ¿Qué es una buena idea o una mala idea?
-Una mala idea –respondió Frank.
-Sí –convino Michael-. ¿Por qué?
-Porque la gente quiere que las cosas sean siempre iguales y cree que el cambio
le perjudicará –dijo Carlos-. Cuando una persona lista dice que cambiar es mala
idea, los demás dicen lo mismo.
-Sí, tal vez no piensen lo mismo –añadió Michael-, pero se muestran de acuerdo
para parecer listas. Ese es el tipo de presión que se da entre compañeros y que
combate los cambios en cualquier empresa.
-En las familias puede ocurrir lo mismo entre padres e hijos –intervino Becky. Y
luego preguntó-: ¿Fuéron muy distintas las cosas cuando la gente leyó el cuento
del queso?
-Cambiaron de inmediato. Porque nadie quería parecerse a Kif –contestó Michael
simplemente.
Todos rieron, incluido Nathan, que dijo:
-Ese es un punto interesante. En mi familia nadie querrá parecerse a Kif. Es posible
incluso que cambien. ¿Por qué no nos contaste esta historia en la reunión anterior?
Estoy convencido de que puede funcionar.
-Cuando vimos lo bien que nos había funcionado a nosotros –dijo Michael-. Les
pasamos la historia a algunas personas con las que queríamos hacer negocios
porque sabíamos que en sus empresas también estaban produciéndose cambios.
Les sugerimos que nosotros podíamos ser su “nuevo queso”, es decir, unos socios
mejores con los que podríamos triunfar juntos.
Eso le dio algunas ideas a Jessica y le recordó que tenía que hacer unas llamadas
para unas ventas a primera hora de la mañana. Consultó el reloj y dijo:
-Bueno, es el momento de que me vaya de esta Central Quesera en busca de un
nuevo queso.
Todos se echaron a reír y se despidieron. Muchos querían seguir conversando, pero
tenían que marcharse. Al hacerlo, volvieron a agradecerle a Michael que les hubiera
contado el cuento.
-Me alegro mucho de que lo hayan encontrado tan útil –les dijo él- y espero que
pronto tengan la oportunidad de compartirlo con otros.
Fin

Anónimo dijo...

Me parecen naturales los temores y nostalgias que se han desencadenado en todos los miembros de la "comunidad Scuola", a raíz del traslado. Pero me parece, también, que el mundo no avanzaría en absoluto, si siempre nos empeñáramos en mantener las cosas "como siempre han sido".
Le tengo un gran cariño a la Scuola. Prácticamente toda mi familia se ha formado allí, por tres generaciones y creo que el espíritu institucional no yace ni en el edificio, ni en la ciudad. El rol que jugó nuestra Scuola en la historia porteña es, literalmente, historia: quedará registrada para siempre en las memorias, pero es ya pasado.
Para todos, el cambio significará una dificultad en lo práctico inmediato y algunos se perderán en el camino, pero son los costos que, necesariamente, debemos pagar para hacer historia.
Felicito y deso la mayor de las suertes a los gestores del proyecto, por la valentía y el empuje (el mismo que tuvieron nuestros antepasados)
Ximena Barbagelata G.

Anónimo dijo...

Soy exalumna de la scuola, mis tios y mi papá estudiarón en ella en la época en que estaba en la avenida Francia.
Tengo un hijo al que pretendía matricular en el colegio ya que vivimos y trabajamos en Valparaíso. Con el traslado de la Scuola a Bosques de montemar matan absolutamente todas las posibilidades de matricularlo, ya que no podría exponer a mi hijo a viajar diariamente 1 hora y lo que ello conlleva.
Apoyo y felicito a los impulsores de esta gestión, ya que si fuera por cambios "el Cogreso" ya se lo hubiesen llevado a Santiago hace mucho tiempo. No sigamos matando Valparaíso con decisiones arbitrarias.
Se debiese considerar la opinión de los apoderados y los ex-alumnos estos como futuros apoderados, ya que si querian aumentar el número de alumnos, el traslado a Bosques de Monteamar sector que ya cuenta con numerosos colegios,no creo que sea la mejor desicíón y al parecer son intereses particulares y no pensando en lo mejor para la Comunidad Italiana y nuestra querida Scuola.-
Atentamente
Carla Gandolfo Costa

Anónimo dijo...

Más allá de situaciones o problemáticas de intereses personales en relación al posible traslado de la Scuola Italiana Valparaíso a Scuola Italiana Bosques de Montemar,me parece impresentable cualquier argumento que de motivo a esta causa.
Valparaíso,ciudad patrimonio de la humanidad lucha todos los años con el centralismo que pretende trasladar el Congreso Nacional a Santiago. Ha sido amenazado por San Antonio como primer puerto nacional. Es el turno de nuestra Scuola.
Palabras como tradición,pertenencia,romanticismo frente al terruño,pareciera que no interesan.
Como ex-alumno de la Scuola me duele profundamente lo que he escuchado en estos días. Creo que la Directiva de mi generación y las anteriores debieran pronunciarse. Esta no es una decisión que pueda ser tomada responsablemente por unos pocos.
Felipe Molina Lavandera.

Anónimo dijo...

ex alumno dolido quiere recordar que los Sres. de la SIDI para tener todos los votos necesarios para llevarse la Scuola, metieron a todos sus amigos y parientes, y no tuvieron escrúpulos en rechazar la incorporación del mejor ex alumno que ha tenido la Scuola en su historia, don Pierino Forno. Esto se llama, obrar de mala fe.

Anónimo dijo...

COMITE DE DEFENSA DE LA SCUOLA EN VALPARAISO:
Cita a todos los ex alumnos,apoderados y simpatizantes por la permanencia de la nostra scuola en Valparaiso,a unirse a la marcha que se hará en compañia del desfile de homenaje a los héroes de iquique mañana 14 de mayo a las 9:30 hrs en la scuola. Apoyaremos con lienzo alusivo a la permanencia de la scuola en Valparaiso.
Apoyanos con pancartas!!! Tu presencia es de suma importancia!

Anónimo dijo...

ok, vamos, vayamos, juntemonos, digMOSLE A LOS PORTEÑOS Y AUTORIDADES COMO SE HA MANEJADO ESTO. CADA UNO DE NOSOTROS PUEDE PENSAR QUE ESTA SOLO,,, NO LO CREAN, LA UNION HACE LA FUERZA, SI NOS RENDIMOS AHORA ESTAMOS PERDIDOS,,,,,
SIEMPRE PIENSO EN QUE SI MUCHOS ANTEPASADOS NO HUBIERAN LUCHADO POR LO QUE CREIAN AUN SERIAMOS COLONIA ESPAÑOLA Y OTROS AUN SERIAN ESCLAVOS.

Anónimo dijo...

Soy alumno del 6°B.Quieren hacer el cambio si ningun plan.Y quieren demorarse 15 meses en hacer algo que demora,2años.
Piensen bien sus decisiones.

Att.Alumno

Anónimo dijo...

Soy ex alumna y apoderada de la scuola (mi hijo es compañero del de Ximena Barbagelata), y aunque no llevo algo de italiano en la sangre, sí lo llevo, y en demasía, en el corazón. Fui alumna 14 años y hace 3 que soy apoderada, nunca pensé en poner en otro colegio a mis hijos, sin embargo LOS MALOS RESULTADOS ACADÉMICOS Y LA INDISCIPLINA que por largos años se presentaron en el colegio me hicieron dudar. Yo egresé de las aulas de la Scuola cuando Don Albino Misseroni era director, y al año siguiente jubiló, llegando don Miguel Canales y luego don Bruno Barabagelata. Es en este tiempo cuando nuestra scuola empezó a decaer, me pregunto ¿y la SIDI en ese momento? NADA. Es aquí cuando empezamos a darnos cuenta que el manejo de nuestra sScuola ya no iba por el lado de continuar con las tradiciones y cultura Italiana, sino más bien a "enriquecerse" con la educación de los niños. Mi hijo va en 1ª elementare, pago $150.000 y ahora me van a trasladar el colegio a Bosques de Montemar para cobrarme $250.000? La SIDI se escuda en que por causa de que el colegio está en Valparaíso es que han perdido muchas matrículas, la verdad es que las matrículas se han perdido porque la EXCELENCIA ACADÉMICA de la Scuola se perdió hace mucho tiempo, y colegios que siempre figuraron, por lo menos en mi época, por debajo en rendimiento, en estos momentos nos superan por mucho. Es lamentable todo lo que está pasando, además de aún no hablar con la verda, ya que en la carta que se nos envió a los apoderados por el traslado se dice que estaría en conversaciones la venta (siendo que ya está casi lista), y que el colegio se iría a Viña, no a Reñaca.
Espero que podamos interponer algún recurso de protección, ya que en el acta de fundación de la Scuola, los fundadores entregan la "SCUOLA" a la ciudad de Valparaíso y no a Viña ni a Reñaca.

M. Fernanda Rojas Z.
Apoderada y Ex-Alumna (generación 1994)

Anónimo dijo...

Vamos comprometamos nuestra asitencia para mañana.......... demostremos nuestro rechazo,apoyemos a quienes se la están jugando por nuestros hijos y nuestra tradición italiana,no nos quedemos viendo como nos roban nuestro patrimonio con los brazos cruzados......

Anónimo dijo...

yo soy ex-alumna y creo q el problema es la falta de respeto tanto a los ex alumnos, alumnos, apoderados y profesores(de los cuales no nos podemos olvidar ya q si hablamos de tradicion debemos acordarnos de quienes durante años han impartido la cultura italiana a todos nosotros) y a los auxiliares de la Scuola, a todos los cuales no se les han considerado para nada en una decision sectorista y clasista q busca no la sobrevivencia de la Scuola si no solo busca fines economicos los cuales dudo q logren, ya q lo q deberia hacerse para lograr captar mas alumnos y lograr una mejor excelencia academica es darle mas promocion a la Scuola buscar interesar mas gente y tratar a los profesores y auxiliares ( q son los q estan con los alumnos todo el dia) con respeto, capacitarlos, no irse a buscar alumnos de estratos mas altos donde el mercado esta copado de colegios q ya estan consolidados en Bosque de Montemar y q no tienen la dificultad del idioma, dudo q la Scuola se pueda hacer un lugar ahi muy facil.

Anónimo dijo...

No debemos olvidar q las Universidades Tradicionales estan en su gran mayoria ubicadas en Valparaiso, no priven a sus hijos de conocer la realidad de una ciudad universitaria donde podemos encontrar la diversidad de estratos sociales y las diferencias economicas q existen en todo el pais.

Anónimo dijo...

Bueno que más decir sobre los malos manejos de los directivos de nuestra Scuola yo quiero hacer un comentario que me parece importante para la ciudad de Valparaíso que se ve cada vez más deteriorada, se van los colegios de tradición de los cuales todos sabemos cuales son, pero, nadie ha pensado en el impacto económico que significa este sistema neoliberal en que el pez más grande se come al más chico, se vienen estos megamercados con estas cadenas que más que trabajo y modernización para la ciudad traen más cesantía y más endeudamiento para la población con sus famosas tarjetas de crédito, etc.....
Bueno, vienen estas cadenas y ofrecen sus dólares a cambio de un lugar estratégico en la ciudad si todos pensamos y no hay que tener cuatro dedos de frente si vienen estos megamercados a invertir en nuestra querida ciudad como es que éste grupo de obsidiosos vienen con el cuento de que nuestra ciudad no es viable en términos económicos, me parece una aberración.
Como familia elegimos la Scuola como el segundo hogar de nuestro querido hijo para que se formara como una persona integral y una parte de su formación integral es su integridad dentro de lo que significa vivir en una ciudad como Valparaíso; ahora, digánme los obsidiosos como van a suplir esa parte en la vida de mi querido hijo si lo que están haciendo es como tomarlo y desarrollarlo en una burbuja y en la vida uno tiene tener esa parte de la vida diaria de saludar al señor que vende el diario, a la señora de la esquina, al señor que recoge la basura, al curadito de la esquina, el saber comer un paquete de dulces o papas fritas en la calle y que nadie lo pase a llevar y se las bote al suelo; por eso es importante el estar inmersos en una ciudad y no alejarse de ella.
Ahora otra cosa importante, muchas familias de italianos tienen o han tenido negocios en Valparaíso, no han pensado en cuidar estos obsidiosos a sus compatriotas de lo que significa vender el terreno de la Scuola, la pérdida de su fuente laboral cuantas ferreterias hay en la calle Pedro Montt, pastelerías, confiterias, bodegas de alimentos, etc. nosotros deberíamos proteger ese comercio minorista que es parte de nuestro patrimonio, si todo esto se acaba ésta ciudad, mi querida ciudad se convertirá en una ciudad fantasma liderada por estos megamercados que lo único que hacen es congestionar el normal desarrollo de una ciudad, bueno no los aburro más con mis apreciaciones, pero, lo único que pido es que estos obsidiosos piensen un poco en lo que están haciendo con nuestra querida Scuola y de paso con nuestros queridos hijos y lapidando nuestro hermoso puerto.

Soy un padre que quiere lo mejor para su hijo y le pido en el rol de padre al señor Campodonico que se ponga en éste rol cuando vaya a conversar con nuestros hijos y trate de convencerlos de que el cambio es lo mejor porque en la nueva sede habrán canchas de futbol (yo no mando a mi hijo a que vaya al colegio a jugar a la pelota lo mando a estudiar y me importa más que tenga buenos amigos a que tenga una cancha de futbol por ejemplo), que en la nueva sede habrán pizarras electrónicas ( si es por eso dejo a mi hijo en casa y veo el modo de que tome clases por videochat y pago solamente el cargo de internet todos los meses y no la mensualidad del colegio).
Bueno tengo tantas cosas que comentar y escribir yo creo que lo más importante y hay que decirlo es que nuestra Scuola es de Valparaíso y que lo que debemos mejorar en ella es su excelencia académica lograr que nuestros hijos sean personas de bien y que sean un aporte para nuestra sociedad.
Se despide un padre preocupado que trata de ocuparse también.

Anónimo dijo...

Un claro ejemplo de tradicion lo encontramos en Santiago en el Instituto Nacional el cual se encuentra en el centro de Santiago detras de la calle San Diego el cual nunca a pensado en irse a las Condes para captar nuevos alumnos sino q tan solo con el prestigio y excelencia academica se pelean por entrar en el niños de clase baja, media y alta (quedando fuera muchos de ellos por la falta de cupos) representando lo q es la ralidad de nuestro pais. Este ejemplo deberia seguir la Scuola.

Anónimo dijo...

Casi me duermo con el cuentito del queso. Quién se cree superior de esa menera para venir a hacer un paralelo que no viene al caso. Es irritante tener que soportar a alguien que cree que puede mirarnos hacia abajo y contarnos fábulas. ES DISTANCIA, señor queso. HABLAMOS DE NIÑOS, señor queso. SON KILÓMETROS, peligrosos kilómetros entre aquí y Bosques. Para mi es como si me dijeran que la Scuola sigue en Temuco. Si estamos cambiándo de comuna, ¡es absurdo! Lo claro es que no les importamos ¿será bueno seguirla si son esos los valores que promueve? Traición, abandonar a su suerte al prójimo, etc, etc?

Anónimo dijo...

Por lo demás lo del cuentito del queso es la tradicional pomada que usan las grandes empresas para "incentivar" a su personal,para fomentar la ambición,en el sentido de tener al dinero como una búsqueda constante y una vez que los han estrujado, sin más,los despiden y hasta ahí llegó lo lindo del cuento, abandonándolas a su suerte. "Materialismo puro". Justamente lo que no queremos para nuestros hijos....Queremos valores, valores reales, no sólo las lindas palabras del proyecto educativo, que a la luz de los acontecimientos no condicen con el actuar de la SIDI, ni con el discurso del Director.

Anónimo dijo...

"Le hare una oferta que no podra rechazar"; El padrino l. Asi es como han actuado estos señores de la Sidi han incorporado personas solamente para lograr su objetivo frase textual "yo entre para puro votar encontra pero ni voy a las reuniones " asi lo manifesto un personaje recien incorporado esto es mafia pura señores.
como explicamos que hayan dejado fuera de la sidi a la señora Aldina Colombo una persona que por mas de treinta años educo a muchos de los que hoy votan y quieren llevarse el colegio,

Anónimo dijo...

hola soy un alubno de 5 "A" .

SABES QUE LOS DE LA SIDI DESIDIERON IRSE A BOSQUE MONTE MAR
SIN TOMAR EN CUENTA A LOS APODERADOS.

AYUDAME A SALVAR MI INFANCIA GRACIAS

Anónimo dijo...

COMITE DE DEFENSA DE LA SCUOLA EN VALPARAISO,da las gracias a todos los que apoyaron el lienzo en la puerta de la scuola. Sus aplausos darán mas fuerzas para luchar por la permanencia de la scuola en Valparaiso,una causa justa frente a un proceso arbitrario.

Anónimo dijo...

SON UNOS COMERCIANTES ESTOS SEÑORES, SOLO VEN EL DINERO QUE PUEDEN GANAR.

Anónimo dijo...

PIENSAN QUE LA EXCELENCIA ACADÉMICA SERÁ MEJOR EN UN BARRIO PIRULO !!
QUE EQUIVOCADOS SE ENCUENTRAN, DE VERDAD DA PENA VUESTRA DIRECCIÓN.

Anónimo dijo...

Ranking Colegios V Región, ( Lenguaje y Matemáticas, mayor o igual a 530 ptos.)



Nro
Lugar Establecimiento Als. Puntaje Tipo Establecimiento Ciudad
1. Colegio Coeduc 14 661,8 Part. Pagado Valparaíso
2. Colegio Rubén Castro Diurno 61 636.4 Part. Subvenc Valparaíso
3. Colegio Montemar 8 633.4 Part. Pagado Valparaíso
4. The Mackay School 63 632.0 Part. Pagado Valparaíso
5. Colegio San Pedro Nolasco 32 632.0 Part. Pagado Valparaíso
6. Saint Peter's School 28 628.5 Part. Pagado Valparaíso
7. Instituto Chacabuco 62 626.8 Part. Pagado Los andes
8. Sun Valley College 18 625.7 Part. Pagado Los Andes
9. Instituto Rafael Ariztía 77 624.7 Part. Pagado Quillota
10. Colegio Alemán de Valparaíso 64 624.5 Part. Pagado Valparaíso
11. Colegio de los SS CC Padres Franceses de Viña del Mar 61 623.6 Part. Pagado Valparaíso
12. Colegio Alemán de San Felipe 20 623.5 Part. Pagado San Felipe
13. Seminario San Rafael Anexo Viña del Mar 47 623.3 Part. Pagado Valparaíso
14. Alliance Francaise de Valparaíso – Lycee Jean D'Al 55 622.9 Part. Pagado Valparaíso
15. Colegio de los Sagrados Corazones Valparaíso 76 614.5 Part. Pagado Valparaíso
16. Colegio Británico St. Margaret's 67 613.4 Part. Pagado Valparaíso
17. Colegio Francisco de Miranda 94 610.1 Part. Subvenc Quillota
18. Colegio Sagrada Familia 10 609.2 Part. Pagado Valparaíso
19. Fundación Educ. Colegio Champagnat 58 608.0 Part. Pagado Valparaíso
20. Saint Paul's School 45 607.9 Part. Pagado Valparaíso
21. Seminario San Rafael 55 606.9 Part. Pagado Valparaíso
22. Scuola Italiana Arturo Dell'oro 60 605.9 Part. Pagado Valparaíso

Anónimo dijo...

Ante la situacion inicial, la disminucion de matriculas, se pueden proponer muchas alternativas, las cuales sin duda no fueron analizadas correctamente, ya que no incorporaron diversos puntos de vista. La SIDI es conocida por su sistema irregular de participacion donde ciertos personajes "influyentes" son quienes otorgan la membresia, a cambio de serles serviles y tener manipulado el voto de dicho integrante. Bajo esas condiciones no se puede considerar inteligente el analisis de la Sidi. La pregunta es ¿como hacer un analisis inteligente? Deberiamos nosotros, alumnos, ex-alumnos y apoderados haber participado activamente. Sin duda todos tenemos culpa. Los alunos deberian concientizarse de que ellos representan a su institucion y de que esto es el valor que luego va a tener en su curriculum, los profesores deberian consentir menos las faltas disciplinarias y aumentar el nivel general de exigencia, sin ser selectivo.
Evidentemente es mucho mas facil cambiar todo y partir de nuevo, pero eso seria cambiar el espirutu y el cuerpo del colegio. Si quisieramos tener alumnos de buen nivel, podrian becarse trayendolos de otros colegios, pero ESE NO ES EL FIN. Todo hubiera sido mejor si reconocieramos y corrigieramos nuestras faltas.
Las deciciones antes mencionadas, que pueden calificarse por lo menos de mafiosas son absolutamente no inteligentes (por no ser ofensivo) ya que facilmente nos podemos dar cuenta que se va a disputar un mercado que esta colapsado por la oferta y donde se privilegia la tradicion, la que perderiamos. Sin duda garantizo un fracaso, pero la ignorancia de la gente hace cometer estupideces cuando tienen o son tentados con mas dinero del que pueden contar, como vemos en este caso. Tengo muchas cosas mas que decir pero no es el canal ni el momento adecuado. Espero que la situacion se revierta pronto.
Sin mas que decir, me despido afectuosamente.

Anónimo dijo...

LA SCUOLA LA ADMINISTRAN UN MONTÓN DE LADRONES.

Anónimo dijo...

Cultura y tradición son palabras que deben ser respetadas. Si miramos los grandes centros formadores en europa y norteamerica, como Harvard, Yale, Cambridge.......Stanford quizas tambien. Vemos que esos valores permanecen.
Los que durante 300 años han tocado el pie de Harvard, saben que el lugar es ahi, tras esas vetustas murallas y es algo impensado y quizas sacrilego pensar siquiera que la modernidad requiere salir.
Los pocos chilenos que han pasado por sus aulas saben eso.
Mas aun en las mas importantes aulas europeas que no son 300 años, sino muchos mas. Ahi es donde estamos, ahi nos formamos y ahi se formaran las futuras generaciones.
La levedad de los que no entienden eso y confunden modernidad con movimiento. No se a donde, y para que, si ya el lugar lo tenemos y es el que la mayoria quiere.
Pero parece que ansias mercantilistas tambien lo quieren y ofrecen dinero para tomar el lugar.
Tan simple como eso.
Y no hay mas que eso, dinero.
La tradición y la cultura se van por el alcantarillado.
Pero ese dinero para que es, para irse a los extramuros de la ciudad, donde deberán mandar a sus hijos a viajes interminables, como si se fueran a formar pequeños Supermans, que nadaran, jugaran futboll, basquetbol, tenis etc, y mas encima deben estudiar. Porque eso es lo que cuenta.
Por favor, son sus hijos y recuerden que son seres humanos.
Los pocos previligiados que viven en el lugar, son pocos, la mayoria son de lugares en que el acceso se les volverá sumamente complicado y siempre pensaron que la Escuela era en Valparaiso.
Si el espiritu de esto es formar elite, deben saber que como en toda sociedad, hay algunos que tienen mas, y otros que tienen menos y la escuela siempre ha sido abierta a este pensamiento y los a acogido a todos.
Si esto cambia, los valores cambian y no para bien
Espero que los promotores de todo esto, lo piensen nuevamente y tengan la valentia de decirle no al dinero.

Conde di Bergamasco

Anónimo dijo...

La scuola italiana ya no tiene el prestigio de antes. Como ustedes disen: " Salvemos la scuola! " y para salvarla hay que sacarla de Valaraíso. Les aseguro que si la scuola se traslada a Bosques de Montemar va a recuperar su prestigio y va a ser una scuola de italianos ( como debería ser ) ya que en la scuola un 30% del alumnado son italianos. El gran porsentaje de italianos llegó al puerto de Valparaíso pero lamentablemente un porsentaje más grande dejó Valparaíso para irse a Viña donde se encuentra la mayor cantidad de italianos. La verdad es que eso a mí me da mucha pena. Yo soy alumna de la scuola y me gustaría que vuelva a tener el prestigio que siempre ha tenido.

Anónimo dijo...

Como ex alumna me entristece mucho todo lo que está pasando.
Primero, hoy en el desfile de celebración del 21 de mayo, eramos muy pocos, igual nos hicimos notar, pero creo, por todas las opiniones que aquí he visto y admás las que he escuchado, que deberíamos haber sido por lo menos el doble. Si no nos juntamos no tendremos el peso suficiente para que nos tomen en cuenta.
Segundo, también soy apoderada, mi hijo mayor cursa 1ª elementare, soy presidenta de curso y JAMÁS se nos ha informado , aparte de la carta que les enviaron a todos los apoderados, del inminente traslado del colegio, siendo que nosotros deberíamos estar más informados que muchos, por que nuestros hijos están recién comenzando su vida escolar, y eso es importantísimo.
Tercero, por lo anterior, no tenía idea de que a los niños se les ha dicho que tendrán una cancha de fútbol, pizarras electrónicas y esas cosas. Cuando yo estudié, teníamos pizarras de tiza (por que no existían otras), no teníamos internet, sólo enciclopedias que no podíamos sacar de biblioteca, sin embargo la calidad de nuestros profesores y la de los alumnos era tan alta, que al egresar, la mayoría de nosotros quedaba en la Universidad, y no en universidades privadas, sino en tradicionales, y no sólo las de aquí, sino que muchos podían optar a universidades tradicionales en Stgo., me pueden decir cuantos de los niños de estás últimas generaciones pueden decir esto?
Además, eso de tener canchas de fútbol propia o un gimnasio mejor no es lo importante, lo importante es incentivar la práctica deportiva. En el mismo gimnasio de hoy, pero sin carpeta, con suelito de cemento, unas 15 colchonetas, un "palo" de viga, un fierro de barra, ibamos a competir en gimnasia y SIEMPRE estábamos dentro de los 3 mejores colegios, y con esa misma implementación, entrenando todos los días, en el año 1992 salí CAMPEONA NACIONAL DE GIMNASIA AERÓBICA representando a MI SCUOLA. Fuimos a Mendoza a jugar un campeonato de vóleibol con otras Scuolas de argentina y salimos Campeonas. El colegio siempre se destacó en el ámbito deportivo, sin embargo ahora, teniendo mejor implementación, los únicos que se destacan son los niños que juegan tenis, que ni siquieran representan a la Scuola.
Al igual que Mauro, también estudié con Beca por el hecho de destacarme y representar siempre a la Scuola en competencias deportivas, además de tener un buen rendimiento académico.
Los Valores que la Scuola me entregó me han hecho ser la persona íntegra que hoy soy, valores que, lamentablemente, hoy se han perdido. Llevo a mi Scuola en el corazón y pretendía que los valores que a mí me inculcaron, mi hijo también pudiera obtenerlos, pero con gran dolor, veo que hoy están primando los intereses de unos pocos sobre el bien de muchos.

Los invito a juntarnos, ponernos en contacto y comenzar una cruzada que será difícil, pero si seguimos con el ímpetu que hemos comenzado y con la ayuda de Dios, podremos conseguir cosas buenas para las generaciones que vienen y que tienen derecho a vivir la Scuola como nosotros lo hicimos.


M. Fernanda Rojas Z.

Anónimo dijo...

**"LA SCUOLA LA ADMINISTRAN UN MONTÓN DE LADRONES."

***"CADA LADRÓN JUZGA POR SU CONDICIÓN."

-________________________________________________________________________-

No se dan cuenta que esto es mejor para utedes y sus "Queridos hijitos".
Los recuerdos siempre quedan en el corazón y no en lo material si es lo que tanto les preocupa.
Si son tan egoistas y no quieren que el resto evolucione formen ustedes su propio colegio,sigan adelante, y vean quienes los siguien con su absurda nostalgia.
Comerciantes NO, solo visionarios del futuro.
Lean por lo menos unas cien veces el cuento del ratón y quizas logran entender algo.

Por suerte ustedes no estan a cargo de la conducción de la Scuola, como les gustaria porque sino ya no existiria Scuola o "Escuela" como los autonominados "defensores" de la SCUOLA en Valparaíso.
Agradescamos que la SIDI esta dirigida por personas capaces de proyectarse hacia el futuro y no quedarse dormidos esperando poner la lápida de: "Aquí Yace La Scuola Italiana de Valparaíso que no fuimos capaces de darle un FUTURO"

En cuanto a su apoyo de hoy en el desfile fue decepcionante,la mayoría silenciosa apoya la gestión de nuestros directivos, la mayoría de ex-alumnos que no han puesto a sus hijos en la Scuola es por que la ubicación no es la mejor, Aceptenlo Valparaíso es una Ciudad que ni el Congreso(Radicado acá a la fuerza) ha sido capaz de darle nueva vida, la Scuola no es la llamada a Salvar Valparaíso;ya que los propios habitantes de Valparaíso han sido los primeros en autofragelar a Valparaíso con sus continuas oposiciones a todo proyecto con visión de futuro; Fiel Reflejo de las Actitudes de Ustedes que Están Llevando a cabo contra la Scuola Italiana Arturo dell' Oro VALPARAÍSO.

SoLo LoS GRANDES VISIONARIOS DEL FUTURO PuEdEn HaCeR " DELLA NOSTRA SCUOLA" UN RENACIMIENTO PaRa QuE NO MUERA Y PROSIGA PoR MuChOs AñOs MáS DiFuNdIeNdO LoS VALORES De La CULTURA ITALIANA.




**¿A quién No le gusta cambiarse
***a una casa mejor?

**Sólo los que viven el fracaso y
***su frustración personal de No
***poder progresar.




.::"Si No me muevo no me caigo"::.

Ese es el pensamiento que representa a los autodenominados ( vuelvo a reiterar) Salvadores de las "Escuela Italiana"

"...canchas de futbol (yo no mando a mi hijo a que vaya al colegio a jugar a la pelota lo mando a estudiar y me importa más que tenga buenos amigos a que tenga una cancha de futbol por ejemplo).."

El deporte:
*Crea grandes amistades que perduran.

*Limpia la mente (no veo mucho deporte en su infancia,pero bueno no todos son afortunados)


*Los grandes países tiene a grandes deportistas y no por ello no tienen mentes brillantes.


*Desarrolla la personalidad,etc...[en general todo lo que ustedes se perdieron, por eso tuvieron la necesidad de hacer esto (¡¡que ocio más grande porfavor !!)
bueno asi podriamos seguir ante tanta ignorancia hay todo un mundo por mostrarles.



Apoyamos la desición de la SIDI y NO Descansaremos hasta ver construido el renacimiento de una Scuola para los que de verdad la amamos DesinteresadamentE.




Porfavor no usen el nombre ni curso de sus hijos( si esque son sus hijos) ya que ustedes estan jugando con ellos ( en palabras "lindas" ya que sinceramente eso es UtilizarloS),ante la incapacidad de ustedes, de no permitirles que estén en un colegio mejor.









Ésta es la opinión de un grupo de ex-alumnos,alumnos y apoderados que aspiramos un futuro mejor para nuestros hijos y que no deseamos que se queden en la mediocriedad como..(coff-coff) no hay para que nombrarlos.:P







:::..ATENTAMENTE..::: (K)(K);)

***Si nos ponemos a dar nombres este espacio caducaría.

¡Ciao! ragazzi..ci vediamo.

Anónimo dijo...

Y a la alumna de 7ºb: el prestigio no se gana con trasladarse a un lugar en donde se supone que la gente que ahí vive tiene más recursos, el prestigio se obtiene, sobretodo en instituciones educacionales, con buenos resultados en el ámbito académico.
¿Sabías tú que el MEJOR COLEGIO de la región y el de mayor prestigio es un colegio que paga $10.000 pesos de mensualidad? Ese colegio es el RUBÉN CASTRO y queda en la Subida El Sauce, en SAUSALITO. Por lo visto, el valor de la educación para muchos ya no es importante, sólo vale el signo $.

De nuevo M. Fernanda Rojas Z.

Anónimo dijo...

A los señores anteriores,
Observen su ortografía y redacción por favor.........
FRAGELAR???? por ejemplo, ay diossssss...y "autofragelar a Valparaíso"? SEÑORES, LAS COSAS SE AUTO... A SÍ MISMAS, NO A OTRA COSA, POR ALGO ES AUTO LA PALABRITA.
Además, es muy fácil poner que son un listado tremendo de gente si no dan nombres, muy diferentemente a los ex-alumnos y alumnas que se oponen a esto y sí dieron claramente los suyos.
Da vergüenza reconocerse a favor de un proyecto tan triste y basado en tanto clasismo? Nacido de una forma tan vertical????
Da para pensar.....

Anónimo dijo...

A K K les digo que ni en grupo saben escribir AGRADEZCAMOS no agradescamos. Tampoco conocen la palabra AUTOFLAGELAR, escriben autofragelar. Si supieran escribir, tal vez también sabrían pensar mejor las cosas y no atacar y agredir a los demás.

Anónimo dijo...

No a Fernanda Rojas, que se nota que es atinada y sensible, a los señores anteriores a ella.....

Anónimo dijo...

si la Scuola esta en manos de gente como la q escribieron a las 11:11 esta verdaderamente perdida.

Anónimo dijo...

Dios mío KK: ¿seguro eres apoderado y estudiaste en la Scuola? Por que si es así, debes tener edad suficiente para haber estudiado en una época en que el colegio sí se preocupaba por la educación; por lo que veo tú no sabes ni escribir ni el significado de algunas palabras, así que deduzco que tu paso por el colegio no fue de los mejores, y no debes tener muy buenos recuerdos de tu estadía en la Scuola, lo cual explica que quieras que el colegio se vaya de donde está para así no tener que recordar esos "insufribles" momentos que te hicieron vivir sus aulas.

Anónimo dijo...

SEGURO QUE EN LOS COLEGIOS DE VALPARAÍSO NO ESCRIBEN TAN MAL COMO LOS DE LAS 11:11...
PFFFFFF...
SON EX-ALUMNOS DE LA SCUOLA?
OJALÁ QUE NO...QUÉ PLANCHA....

Anónimo dijo...

Encuentro que fijarse en la ortografía puede ser la salida más fácil ya que veo difícil poder rebatir los puntos que se mencionan. Me queda claro que su parecer es solo un capricho sin ningún fundamento de base a diferencia de lo dicho por el grupo anterior de ex- alumnos, alumnos y apoderados de la scuola. (jajaja un dato la persona de las 11:33 pm como dicen ustedes puso: "qué plancha" ¿eso es una pregunta o una afirmación?)no critiquemos sin saber porfavor.
Sin mas que decir me despido atte.a utds.

Anónimo dijo...

Es una exclamación pues hombre. ¡Ah! POR FAVOR se escribe separadito. De grandecita tienes que ponerte las pilas y aprender a escribir. Dedicación mi amor, mucha. Para ver si al final de tus días puedes llegar a estar conforme contigo misma. Falta, falta mucho...

Anónimo dijo...

CUANDO NO SE TIENE ARGUMENTOS VALIDOS SE DESCALIFICA AL OPONENTE ,QUE UNA LETRA MAS O MENOS O QUE SE EQUIEVOQUEN EN ESCRIVIR NO DESCALIFICA UNA OPINION ,O ES QUE PERDEMOS LA TOLERANCIA CUANDO ALGO NO GUSTA Y TALVEZ DIGA LA VERDAD.

SEÑORES SEAMOS RESPETUOSOS DE LA OPINION DE OTROS.

Anónimo dijo...

Más lleva acento, salvo que signifique pero. Falta querida, falta mucho, dedícate, cultívate. Después escribes. Aprende primero.

Anónimo dijo...

Perdóname sabio de las 11:11 si mi hijo va a terminar 4°medio con una redacción, ortografía y valores como los tuyos prefiero mil veces que estudie en una "escuela" de Valparaíso........gente como tú maneja la SIDI...???

Anónimo dijo...

¡¡¡DIOS!!! Se escribe escribir con b, con b!!!

Anónimo dijo...

A VER..LA ORTOGRAFÍA Y LA REDACCIÓN IMPORTAN Y MUCHO, O NO? ESA PERSONA NO SÓLO ESCRIBIÓ MAL EN TÉRMINOS ORTOGRÁFICOS, TAMBIÉN DE REDACCIÓN.
ADEMÁS, ARGUMENTOS SOBRAN PARA NO ESTAR DE ACUERDO, SÓLO LEAN HACIA ARRIBA POR FAVOR Y LOS OTROS COMENTARIOS.
ME LLAMA LA ATENCIÓN QUE LA GENTE QUE ESTÁ EN DESACUERDO CON ESTO PARECE SER LA MÁS CULTA...SERÁ CASUALIDAD?

Anónimo dijo...

Seria interesante que el Señor culto,redactara bien la opinion de K;K,y talvez podra entender algo, ya que segun sus comentarios solo los cultos tienen derecho a opinar,en que mundo tan sectario vives,parece que te gusta una sola cara de la moneda.

Saludos CULTO ,te saluda la incultura,pero igual tenemos derecho a opinar.PF.

Te dejo un trabajo para que no te de lata ,ponle acentos y ve si nos equievocamos en alguna letra ,o punto,error de sintaxis etc;solo eres bueno para eso.
No basta saber escribir bien para ser un ser INTELIGENTE.

Anónimo dijo...

DON PABLO ONETO , TE PREPARAS PARA CONTAR LOS BILLETITOS ?

Anónimo dijo...

HOLA:
Con sólo ver la despedida del señor K K me doy cuenta del tipo de pensamiento de éste personaje, que me hace pensar en ese movimento terrible que es el movimiento neoliberal, de partida se notan sus inclinaciones clasistas y elitistas que priman en sus comentarios tratando de hacerse el culto por medio de fábulas lava cerebro que son tipicas de estos movimientos capitalistas y neoliberales donde el BIEN COMUN no son la premisa de cualquier decisión; ahora, señor K K lo de las canchas de fútbol era un ejemplo y para que sepa usted las grandes amistades se hacen en cualquier ámbito de la vida sea en deportes, en lo laboral,en lo social, etc.; ahora, en cuanto a que los grandes países tienen grandes deportistas a mí y creo que a muchos papás como yo le interesa más que su hijo se desarrolle de acuerdo a sus capacidades e interéses si es bueno para la pelota será un buen jugador de fútbol tal vez, si es matemático tal vez será un buen ingeníero,etc. pero no por tener más facilidades en la vida va a ser más inteligente o más persona que un estudiante que vive en la quebrada del ají como se dice, lo que importa en éste mundo y es una visión personal es que todos seamos abiertos de mente y no nos dejemos llevar por éste interés en lo material donde las personas valen más por lo que tienen que por lo que valen como personas que aportan sus valores a ésta sociedad que está cada dia más consumista y capitalista donde el interés por los demás no vale, sólo el interés propio es lo que interesa.

Gianvictor dijo...

Dolor y rabia se mezclan al escribir estas líneas... Dolor al ver cómo los llamados a dirigir los destinos de la institución italiana más importante y querida de Valparaíso, alrededor de la cual se construye toda la vida de la Colonia, han traicionado los principios más fundamentales de nuestros abuelos, quienes emplazaron la Scuola Italiana de Valparaiso en un viejo edificio de avenida Francia, tras instalarse, trabajar y prosperar en una ciudad puerto maravillosa que, tal vez, les hacía menos dura la distancia con su Xena natal... Y rabia al ver cómo, en haras de una supuesta modernidad, se transan valores que no están en el mercado... ¿es que acaso las tradiciones importan menos que las apariencias?. Parece que una vez más los arribistas nos ganan la mano.
Seamos honestos, quienes dirigen el proyecto educativo de la Scuola deberían estar más preocupados porque ésta no figura entre los colegios con mejor rendimiento a nivel de resultados en la PSU o en los test SIMCE, en vez de gastar sus energías y esfuerzos en crear un club de campo... personalmente soy de los que creen que no existen razones para que la Scula no se ponga como objetivo figurar entre los primeros colegios a nivel nacional, y ese es un desafío que todos estaríamos dispuestos a apoyar, pero que aparentemente no entusiasma suficientemente al bendito "Consiglio Direttivo".
Si hay que ser honesto, siento que hemos pecado de confiados al creer que serían los mejores hombres y mujeres, los más sabios de nosotros, quienes sacarían adelante a la Scuola, por lo que descansamos en ellos y no nos involucramos hasta que fue demasiado tarde, y en esto quizá radica nuestra mayor culpa, nuestra negligencia, al entregar a una manga de fenicios el poder para decidir sobre un bien que es de todos nosotros. No soy tan ingenuo como para esperar que la decisión tomada se revierta, pero si tengo el coraje para declarar mi inconformidad y ponerme con fuerza en la vereda del frente.
Valparaíso es con creces la ciudad que más y mejor ha sabido reinventarse durante los últimos años, y a pesar de los agoreros de la desgracia, soy de los que creen en la tesis sostenida semanas atrás en una columna del diario La Tercera por Roberto Ampuero, que vaticina la instalación definitiva de Valparaíso en los circuitos turísticos internacionales (en busca de destinos nuevos y más seguros) y será una ciudad que se levante económica y socialmente de la mano del respeto a su patrimonio: social, humano, geográfico y arquitectónico. Valparaíso sigue siendo una ciudad pluriclasista, integrada y tolerante, donde el médico o el abogado viven en el mismo barrio que el obrero o el vendedor, en un marco que muestra lo mejor de nuestros valores republicanos... valores que evidentemente para algunos sólo son una molestia, y que prefieren mil veces la exclusión y la elitización a la tradición y a la historia, las cosas son lo que son, y deben respetar su esencia, la salida de la Scuola Italiana de Valparaiso hacia Con Con hace incluso que el nombre suene ridículo, como ridículo es el proyecto que ampara dicho traslado...
Hasta hace poco no hubiera dudado en matricular a mis hijos en la vieja Scuola, donde cursé desde el pre giardino hasta el IV scuola media, deseoso de seguir siendo parte de esta familia ("familia", otro concepto que se pierde en el tiempo)... hoy no sé si lo haría, lo que siento profundamente.

Gianvictor Cuneo Nash
Ex Alunno
Presidente CASIV 1991 e 1992
gianvictor@gmail.com

Gianvictor dijo...

Ya que este es un especio abierto y democrático, donde todos pueden escribir, no cuestionaré el absurdo y odiosamente largo cuento del queso, que debe ser para los tontos como las cuentas de colores para los indios... Sólo quiero menifestar dos inquietudes:
1.- He leído que se negó el ingreso a la SIDI a algunos importantes ex alumnos y profesores. ¿Quién y cómo elige a los miembros de la Societá?, Necesito me aclaren que legitimidad tienen esos señores para tomar decisiones que afectan a toda una comunidad.
2.- Un negocio de la magnitud del descrito (8 millones de dólares por los terrenos de la Scuola) indudablemente va a estar salpicado por la acción de lobbystas y "facilitadores", lo que implica también la existencia de estímulos más o menos transparentes. Propongo que exijamos a los miembros de la SIDI una declaración notarial de sus patrimonios e intereses, así como de sus parientes directos. Veamos si acceden de buen grado a dar esta señal de transparencia.
Mañana nos vemos en la Scuola.

Gianvictor Cuneo Nash
Presidente CASIV 1990 e 1991

Gianvictor dijo...

Ya que este es un especio abierto y democrático, donde todos pueden escribir, no cuestionaré el absurdo y odiosamente largo cuento del queso, que debe ser para los tontos como las cuentas de colores para los indios... Sólo quiero menifestar dos inquietudes:
1.- He leído que se negó el ingreso a la SIDI a algunos importantes ex alumnos y profesores. ¿Quién y cómo elige a los miembros de la Societá?, Necesito me aclaren que legitimidad tienen esos señores para tomar decisiones que afectan a toda una comunidad.
2.- Un negocio de la magnitud del descrito (8 millones de dólares por los terrenos de la Scuola) indudablemente va a estar salpicado por la acción de lobbystas y "facilitadores", lo que implica también la existencia de estímulos más o menos transparentes. Propongo que exijamos a los miembros de la SIDI una declaración notarial de sus patrimonios e intereses, así como de sus parientes directos. Veamos si acceden de buen grado a dar esta señal de transparencia.
Mañana nos vemos en la Scuola.

Gianvictor Cuneo Nash
Presidente CASIV 1990 e 1991

Unknown dijo...

Comunicado del Consiglio della Comunita Italiana Della Quinta Regiome.

Queridos miembros y amigos de la Comunidad Italiana de la Quinta Región:

Estamos viviendo un momento muy particular por la situación de nuestra querida Scuola Italiana, promotora constante de la cultura italiana y forjadora de muchas generaciones.
Ante los eventos por todos conocidos, lejos de entrar en el debate suscitado, como Consiglio della Comunitá Italiana della Quinta Regione deseamos ir al fondo de lo que como comunidad nos está afectando, de manera de evitar que estas situaciones se sigan repitiendo en el futuro.

Con alegría hemos observado cómo en forma entusiasta y con gran interés se ha manifestado en forma pública el sentimiento de italianidad, el recuerdo de las tradiciones de nuestros antepasados y un profundo sentimiento por mantener las tradiciones de nuestra colectividad por parte de un gran número de personas de las más diversas edades.

Esto nos motiva a hacer un llamado público y abierto a toda la comunidad para que en forma activa, tanto jóvenes como adultos, participen en la mantención del legado de nuestros antepasados y en la transmisión de éste a las futuras generaciones asociándose a las diversas instituciones de la Colectividad Italiana en la Quinta Región.

Cada una de nuestras Instituciones es parte del patrimonio que nos legaron con orgullo nuestros antepasados, que las levantaron a pulso, por amor a las raíces y como retribución a esta tierra que los recibió de brazos abiertos. Instituciones que se forjaron y se mantienen con esfuerzo para poder cumplir sus diversos objetivos. Cada una de ellas necesita de la incorporación de nuevas personas que estén dispuestas a contribuir en su desarrollo.

En el ámbito de la asistencia social contamos con Societá Italiana di Beneficenza, Parrocchia Italiana San Giovanni Bosco y Sesta Compagnia Pompieri Cristoforo Colombo.

En el ámbito de la difusión de la cultura italiana, contamos con Scuola Italiana Arturo dell’Oro, Societá Italiana D’Istruzione, Societá Dante Alighieri, Circolo Professionisti di Origine Italiana.

En el ámbito deportivo y esparcimiento, contamos con, Stadio Italiano Valparaíso, Societá Sportiva Italiana, Societá Cannottieri Italiana, Circolo Italiano Villa Alemana, Circolo Italiano de Los Andes, Casa D’Italia Viña del Mar, Club Social Italo-Chileno de Limache, Casa Degli Italiani Quillota.

En el ámbito de organizaciones regionales, contamos con Associazione Regionale Liguria, Associazione Regionale Emiliano Romagnola, Associazione Regione Puglia Viña del Mar-Cile.

Estamos convencidos que la mejor forma de canalizar nuestro sentimiento de italianidad es a través de las instituciones que forman nuestra colectividad, es por ello que reiteramos el llamado a aprovechar la energía, el interés y el cariño demostrados en estos días por la Scuola, para interesarnos, colaborar y comprometernos con una o más de estas instituciones, antes de que sea demasiado tarde y las vayamos perdiendo una a una.

Desde ya, los invitamos a tomar contacto con alguno de nuestros directores, quienes los podrán orientar si desean formar parte de alguna de nuestras instituciones. (Sandro Bacigalupo, comercial@mting.cl; Paolo Mazza, pmazza@uai.cl; Pía Mastrantonio, piusmastra@hotmail.com; Alda Gandolfo, aldagandolfo@yahoo.com , Brunella Moggia, brumoggia@gmail.com)

Además queremos invitarlos a mantenerse informados sobre todas las actividades de nuestras instituciones, a través de nuestro boletín electrónico “Belvedere”, el cual encontrarán en la dirección:

http://consigliovalparaiso.blogspot.com

Se despide afectuosamente:



Consiglio Della Comunitá Italiana Quinta Regione.