El 1 de febrero recién pasado se cumplió un año desde la Declaratoria de la Scuola Italiana de Valparaíso (SIV) como Monumento Nacional, en calidad de Monumento Histórico. Este acto representa el primer reconocimiento de parte del Estado de Chile al aporte de la migración italiana al país y, en su fundamento, la autoridad tuvo a la vista la significación de esta corriente migratoria en la historia y la personalidad de Valparaíso.
Este importante hito tuvo, por su puesto, su propia historia. Los apoderados de la Scuola y la colectividad italiana de la región se remecieron fuertemente, meses antes, con el anuncio de la sociedad administradora de la SIV, de que el septuagenario edificio cerraría sus puertas y la tradicional Scuola porteña se trasladaría a Con-Cón. Una intensa movilización en defensa de su permanencia en Valparaíso se vio respaldada con el éxito de una iniciativa anterior: la solicitud al Consejo de Monumentos Nacionales de su afectación como Monumento Histórico, en reconocimiento a su valor simbólico, arquitectónico e histórico.
Es inútil desconocer que, en su momento, la Declaratoria fue celebrada por unos y denostada por otros. Sin embargo, como siempre la historia está llena de paradojas. Y los tiempos del enfrentamiento dieron paso al acercamiento y al diálogo, permitiendo que se reconocieran en uno y otro sector a quienes siempre estuvieron por potenciar la significación de la Scuola y la valoraron como expresión del aporte de los italianos a Valparaíso.
A partir de ese acercamiento se ha producido también un importante movimiento unitario al interior de las organizaciones de la Collettivitá Italiana de Valparaíso. En el centro del cual parece estar un apego revitalizado a la identidad italiana que llega, incluso, a las generaciones más jóvenes, como lo atestigua el triunfo del stand de la Gioventú Italiana en la reciente feria de las comunidades inmigrantes de Valparaíso. No menos importante es, en este sentido, la masiva celebración de los 150º años de la Sexta Compañía de Bomberos “Cristóforo Colombo”, o la “Pompa Italia”, primera institución italiana en el país.
Otro hito central de este renovado sentimiento de una identidad italiana que se reconoce en la historia de Chile y Valparaíso, se vivirá el 18 de marzo próximo, con ocasión de la Visita de Estado del Presidente de la República Italiana, Giorgio Napolitano, amigo personal del poeta Pablo Neruda, quién será recibido por el Congreso Nacional y, estamos seguros, por el pueblo de Valparaíso.
Un valioso gesto de unidad y de reconocimiento de la significación que este Puerto tiene para la propia historia de los italianos en Chile, sería que para esa importante fecha, la actual administración de la SIV devuelva a su emplazamiento habitual, al interior de la Scuola Italiana de Valparaíso, a la escultura “Il Balilla”, símbolo del coraje y la entrega patriótica de los jóvenes italianos, que por más de 75 años vigiló silenciosamente la formación de generaciones de valiosos jóvenes porteños.
Comité Salva la Scuola Valparaiso, 1 febrero 2008
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario